Con muchas ganas de ver esta película desde hace tiempo, cuando tuve la oportunidad no he podido salir más decepcionado.

Tras un principio muy prometedor, a pesar de sus escenas extremadamente sobrantes (los pezones de oreo y la ETERNA escena de la masturbación, son dos buenos ejemplos) nos encontramos con una peli cruel y bruta, con todo lo que se le puede pedir a este género.
La forma de rodar de Ajá es impecable, y en la peli se demuestra, con muy grandes escenas como la de la gasolinera (la mejor de todas)

Pero ¡Ay! Alguien decidió que una peli con un argumento simple no podía triunfar, y decidieron darle un giro DE MIERDA, que manda a tomar por saco todo lo que había logrado antes.

Y esto es así, al igual que una peli normalita puede mejorar con un buen final (Saw es un buen ejemplo) una peli relativamente buena puede irse a la mierda con un final tan tramposo, tan malo, y que se nota a la legua que está hecho sin pensar, por mucho que se le intente buscar lógica.

No recomendable.