Película interesante esta “Nightcrawler” que al menos no se queda en un producto comercial típico, si no que, con ciertas dosis de mala leche y con intenciones críticas, factura un film correcto y con más alicientes de los que tienen la mayoría de los films en Hollywood. De hecho hay ciertos factores que le dan hasta cierto realce.
Yendo a lo positivo cuenta con un Jake Gyllenhaal que se luce con Louis, un personaje sin escrúpulos, peculiar en sus miradas y andares, además de mostrarnos su capacidad tanto de mimetizarse como de vampirizar a quien haga falta. Este actor sigue en la línea (como por ejemplo de su anterior “Prisioneros”) de componer personajes aparentemente poco llamativos y con un resultado óptimo, sin estridencias, sin más cantidad de la debida fuerza para no sobreactuar. Del resto, porque absolutamente todos, desde la aportación de Bill Paxton a la actriz inglesa de peculiar nombre Michael Hyatt, que encarna a la detective Frontieri, hacen un buen trabajo gracias a una notable dirección de actores, me quedo con una voluntariosa y casi virtuosa Rene Russo ante quizás la que es su mejor interpretación hasta la fecha. Creo que además de su fotografía y de su banda sonora, las miradas de Gyllenhaal y Russo es uno de sus principales atractivos, nada artificiales, personajes contenidos y con capacidad de revelar lo que piensan sin abrir la boca y sin caer en poses impostadas.
Quizás, no lo negativo, pero sí lo que no está a altura del resto sea incomprensiblemente su guión, que es del mismo director y que cuenta con experiencia como guionista. Precisamente es la única nominación a los “Oscars”. En “Nightcrawler” define muy bien a sus personajes y circunstancias, tiene buenos diálogos, pero su constante mirada al interior del personaje central a veces hace que la acción no progrese, cayendo en reiteraciones, preocupándose más de hacernos el personaje familiar (ya que no vamos a “congeniar” nunca con él) que de construir algo con más ritmo. Al principio he mencionado que la película tiene intenciones críticas, pero su crítica no apunta más alto de lo ya conocido y bajo unos parámetros no demasiado originales, aunque sí bien realizados. Como lastre, al menos para mí, y no destripo nada porque es la secuencia inicial, hay una elipsis algo injustificada y que no deja de ser casi un “macguffin”, porque el film termina dejando el cabo suelto de cómo se obtiene el reloj, por ejemplo. No sé por qué eso se nos ahorra y se malgasta cierto metraje en devaneos y paseos que poco aportan.
La crítica a los medios de comunicación viene desde haciéndose desde hace décadas, ejemplos hay miles, de Wilder pasando por Lumet, el cual con “Network (Un mundo implacable)” nos terminó de abrir las entrañas del negocio. Y hay más ejemplos, en mayor o menor medida logrados, como "El ojo público" o el que da título a este comentario, “El ojo mentiroso” y que giraba en torno al mundo de “la noticia” filmada. La manipulación, la ambición… son elementos ya conocidos y por desgracia no están en vías extinción. Pero quizás ya va siendo hora de dejar de echarle tanta culpa a los medios de comunicación y empezar a cuestionarnos que si en la televisión nos ponen programas calificados por algunos como amarillistas o basura, es porque se consumen, porque si no se plantearían el no seguir haciéndolos. Las audiencias mandan, y parece mentira que semejante poder no lo utilicen los espectadores. ¿O sí se utiliza y lo que hay es lo que gusta por mucho que se critique?