Tal vez la propuesta de Javier Bardem al principio de esta película, en la vida real, no sería aceptada tan “fácilmente”, pero… sin buscarle los defectos… el resto es un análisis tan sencillo como maravilloso al significado de la palabra “Amor” en nuestra sociedad, tan informatizada y cuadriculada por la cantidad de información que recibimos a diario… información carente de sensibilidad.

Bardem es un hombre tan atractivo como puede “NO” serlo un tío que va con traje de Chaqueta y corbata todos los días a una oficina para abrir el Office… o hacer algo sistemático y tan frecuente en nuestra sociedad como es ver la tele…

Cristina necesita saborear algo autentico, algo que no se pueda grabar en un Pen-drive para reproducirlo en cualquier ordenador… cuando el amor se convierte en una rutina o se racionaliza se termina por convertir en cualquier cosa y ella sabe muy bien lo que no quiere.

La pasión sabe mejor cuando no puedes controlarla, cuando se da sin papeles y sin cadenas, cuando es sincera y no una manera de asegurase una pensión para cuando seas viejo/a y tengas miles de arrugas en el cuerpo o en el alma.

Si W. Allen nos dió una lección sobre que la vida es una mera cuestión de “Suerte”, que depende de hacia qué lado caiga una pelota en una cancha de tenis con “Match Point”... aquí nos da una lección maestra sobre lo que significa la palabra “Matrimonio”.

Sigo en el Spoiler… ya que no me publican esta crítica y no puedo hablar de la misma sin dar determinados detalles…