Creo, en mi humilde opinión, que esta película no ha sido valorada en su justa medida. Es una película preciosa y sencilla, sin más pretensiones que el hacernos ver, la fuerza del corazón, la entrega a los demás. La sencillez de el, como renuncia a su infancia, al amor, solo por hacerles felices y aun sabiendo que todo ello, le lleva a la soledad, esa soledad que muchos de nosotros no tendríamos el valor de afrontar.
Son esos valores, que te hacen sentir a los que la ven, que a veces no somos todo aquello que creemos y que quizás, en algun momento de nuestra vida, hemos sido egoístas. La ambientacion en ese pueblo tan lindo y esa pastelería tan entrañable, hacen que te traslades a un mundo de cariño y bellos sentimientos.