La titulo así porque visto el panorama desértico, desolador del buen cine, aquel que te atrapa, que te envuelve en un buen guión o que te hace vibrar con una historia bien narrada, ha llegado por fin una película que cumple con los estereotipos y con los conceptos cinematográficos que no por usuales han dejado de ser referentes para un espectador. Entre excelente y magnífica, entre soberbia y maravillosa se pueden mover los adjetivos que nos ha dejado Richard Linklater con su musa, Ethan Hawke, una película a mi juicio para la videoteca de cualquier buen aficionado al cine, bien llevada, con diálogos auténticamente geniales, contándonos las relaciones del protagonista con todo su entorno de una manera prodigiosa, un auténtico lujo que ha entrado en el cine de hoy de una manera espectacular. Enhorabuena al directos, a los actores y a todos los que han hecho posible semejante obra maestra. Gracias