Trataré de meterle humor a mi crítica, porque francamente ha entrado en el top de las peores películas que he visto en mis 43 años de amor al séptimo arte…

Esta película se centra en tres personajes: Sofía, una consejera de parejas que no consigue el orgasmo; Jamie y James, una pareja que son pacientes de Sofía y que están pensando en abrir la relación; y Severin, una dominatrix. Todos ellos coinciden en el "Shortbus", un local de poliamor donde el sexo libre es el protagonista.

He tenido que hacer un esfuerzo para estructurar las ideas de la película de una forma objetiva para evitar caer en la crítica feroz, y es que la película me ha incomodado desde el principio. De hecho, en sus primeras escenas me ha descubierto una de las enormes incógnitas de la sociedad contemporánea y es que, efectivamente, la historia de por qué Marilyn Manson se quitó las costillas flotantes, es totalmente factible. ¡Sí se puede señores! Ya sólo nos falta averiguar lo de Ricky Martin…

El sexo es tan explícito y excesivo en esta película, que la atención se desvía por completo. Por otra parte, no siento empatía alguna con los protagonistas, ni tampoco me resultan graciosos. Podría salvar, quizá, a James, el flexible artista de las costillas flotantes…. Pero no…. Tampoco….

Desde luego, yo no la catalogaría como drama erótico. Creo que traspasa la línea y, evidentemente, se trata de pornografía… con algo más de argumento que “Si yo no soy de Burgos, que hago con esta morcilla” pero no mucho más tampoco… Última cosa, si sois fans de los huevos kínder, “Shortbus” va a conseguir que le deis otro enfoque al producto…