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Voto de antonio lopez herraiz:
3
Comedia Un futuro papá descubre que es un sextillizo y se dispone a hacer lo imposible por encontrar a sus cinco compañeros de útero.
21 de agosto de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habrán pocas frases coronando el cartel publicitario de una película que sean más honestas que la de la última película de Marlon Wayans para Netflix -sí, Adam Sandler no es el único cómico en decadencia fichado por la plataforma digital-. ¡More Marlon! Porque 'Sextillizos', además de ser la 5° película en la que le dirige el tal Michael Tiddes desde 'Paranormal movie' (2013), es la confirmación de que, si bien Tyler Perry, Martin Lawrence o Eddie Murphy decidieron tirar la toalla, por puro cansancio o al verle las orejas al lobo tras los morrocotudos fracasos de 'Norbit' (2007, Brian Robbins) o la enésima continuación de 'Esta abuela es un peligro' (2000, Raja Gosnell), para otros lo de desdoblarse en múltiples personajes de diferente fisonomía, edad o sexo continúa siendo un recurso humorístico que debe explotarse. Hey, fijaros... ¡Es Marlon con una peluca ridícula! ¡Marlon con una papada postiza! ¡Esa gorda tan choni y barriobajera es Marlon Wayans! ¡Marlon interpretando a un tullido con la mitad de estatura que él! ¡Es para troncharse, cabronazos!
A veces me da por pensar cuál es el público objetivo de determinados cómicos. Hace 19 años el de Wayans habría sido aquella parejita autoparódica y estereotipada de afroamericanos veintañeros -por los pelos, Shawn Wayans y Regina Hall rozando la treintena- de la que Keenen Ivory Wayans se mofó sin piedad ni sesgos de compadreo étnico en 'Scary Movie' (2000), franquicia tras la cual aún exprimiría el limón de los chistes de flatulencias, gordas con culos enormes, sexo con chicas blancas, y pipas de crack en 'Dos rubias de pelo en pecho' (2004) y 'Pequeño pero matón' (2006).
Marlon Wayans -y, en cierto modo, casi todos los miembros del clan Wayans- han representado una forma de entender el humor tan zafia, vulgar y soez como fácil de digerir mientras te zampas una pizza. Y eso es algo que el actor y cómico afroamericano tiene en común con Adam Sandler. Lo saben sus fans. Lo sabemos los sadomasoquistas que, más veces de las que nos gustaría reconocer en voz alta, hemos consumido sus fast food movies. Y, a tenor de que ambos han recalado dentro del mismo catálogo de contenidos, en el mismo portal de streaming, Netflix también lo sabe. La tontería vende, y mucho.
antonio lopez herraiz
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