Una película que no acaba de despegar y que no acaba de encontrar una razón por sí misma. Desconozco el relato original pero dudo mucho que los ritmos sean tan calmados en la narración, y es que en la película de Mel Stuart no hay clímax alguno, y todo se mantiene en un mismo plano.

Gene Wilder está bien, pero quizá demasiado irregular a la hora de mostrar al excéntrico Willy Wonka. Desde luego figura mejor que aquel Johny Depp del remake de Tim Burton, al igual que los Umpa Lumpa, pero tampoco acaban siendo personajes tan memorables como esperaba.

La parte previa a la entrada de la fábrica es interesante y divertida, convirtiéndose en un cuento donde los más desfavorecidos acaban siendo los más agraciados, pero todo se disuelve demasiado en cuanto se entra en el mundo de ensueño de Willy Wonka.

Interesante, pero hay mejores opciones.