Un gran inicio marca esta nueva propuesta donde la magia es el eje principal del argumento. La historia de "El ilusionista" es atractiva, fantástica y sumerge al espectador en un mundo donde cualquier cosa puede suceder. Incluso, como argumenta la película, que un humilde mago intente derrocar nada menos que a un monarca por el amor de una mujer. "El ilusionista" pierde fuelle a lo largo del metraje y sólo es rescatada de convertirse en una película aburrida gracias a la fantasía que destila. Una fantasía bastante increíble en muchos aspectos, pero a fin de cuentas es una película que trata precisamente de eso. El plano interpretativo no está tampoco muy logrado, o al menos no se puede considerar demasiado destacable. Los actores, incluso la obicua Jessica Biel, son capaces de hacerlo mejor. Paul Giamatti no alcanza nivelar sus registros anteriores y Edward Norton tampoco se luce demasiado. En definitiva, "El ilusionista" es una propuesta de cine con la magia en su eje principal que promete mucho en un principio pero que finalmente se queda en algo del montón.