Los primeros 20-25 minutos no tienen precio. Te meten en la historia desde el minuto uno y la secuencia del accidente del avión es impagable. Hasta ahí todo bien. Lo malo es la parte intermedia del film. Por lo que respecta al protagonista considero que su historia es de gran interés; no así respecto a su acompañante femenina, con la que la química entre ambos es inexistente y ello lo paga el espectador; ahí el film pierde muchísimo ritmo y, considero, que este personaje no aporta nada a la historia, creo que solamente acentúa el problema del protagonista, un plus innecesario. La parte final de la película recupera el interés del espectador.
Valoro muy positivamente que se presente el tema del alcoholismo desde la perspectiva de un piloto de avión (una profesión cuyas responsabilidades van más allá que un simple oficinista). Y las preguntas que la historia nos propone son de difícil respuesta. Considero que ahí radica la fuerza de este film.