Bienintencionado film de índole social, basado en una historia real, por más que parezca pura ciencia ficción si tenemos en cuenta cómo nos lo narran en imágenes.
No hay quien se la crea y al final se tiene la sensación de que te han tomado el pelo de mala manera.
Sí, es verosímil, porqué no puede suceder eso, pero es que es una fantasmada o así parece, dada la impericia de LaGravenese como director y de un guión que parte de la premisa de que el espectador se va a comer todo con patatas sin pedir la más mínima coherencia al film.
De acuerdo en que es entretenida, aunque resulta bastante larga, y se nota, pero es que todo sucede de forma más bien aleatoria, con los cambios en el carácter de los diversos personajes que pueblan el aula de la profesora protagonista, sucediendo demasiado deprisa, sin que asistamos a un gradual y medido convencimiento de ello. Así, lo que el espectador preve desde el comienzo, se cumple a rajatabla al final, pero de forma más bien gratuita.
No, no me ha convencido lo más mínimo este film, que estamos de acuerdo es positivo en cuanto a sus enseñanzas de tolerancia y respeto hacia los demás y hacia sí mismo, pero quitando la visita de la clase al museo del horror nazi y las charlas de los judíos supervivientes, rodado de forma sencilla y sin estridencias, el resto es pura filfa, con personajes que no acaban de cuajar, como el del marido de la protagonista.
Debería haber sido mejor pues el tema así lo exijía.
Oportunidad perdida, en mi opinión.