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Voto de Cinemagavia:
6
Thriller. Intriga Ha pasado un año desde que Amaia Salazar resolviera los crímenes que aterrorizaron al valle del Baztán. Embarazada y decidida a dejar atrás lo vivido en Elizondo, la vida de la inspectora se ve de nuevo alterada por un suceso inesperado: el suicidio de varios presos que dejan una única palabra escrita en la pared de sus celdas, "Tarttalo". Los peligros que Amaia creía haber dejado atrás regresan con más fuerza que nunca y la inspectora ... [+]
14 de diciembre de 2019
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
*A saltos de guion

Legado en los huesos comienza señalando el embarazo de la inspectora Amaia Salazar y presentando el caso que, se supone, le llevará de cabeza: el suicidio de varios hombres y la palabra misteriosa que escriben antes de morir, “Tarttalo”. A partir de ahí, todo se descontrola.

El guion avanza de manera atropellada en un intento de condensar y dotar de velocidad la investigación de la inspectora y su equipo. Los personajes llegan a deducciones obvias a través de pruebas que parecen surgir de la nada y que les hacen saltar de escenario en escenario guiados por motivos que solo ellos y los lectores del libro deben comprender.

Aunque a nadie parece extrañarle, la investigación tarda muy poco en llevar a Amaia Salazar de vuelta al pueblo en el que vive su familia. Una vez allí, las pesquisas se centran en la salud mental de su madre, ingresada en un centro propiedad del Padre Sarasola (Imanol Arias), y en las desconcertantes prácticas que ella llevó a cabo años atrás. El caso policial y los problemas familiares de la inspectora se unen entonces formando un nudo con poco sentido al que todavía tienen que sumarse los mitos y leyendas del lugar.

*Más dudas, menos respuestas

Las dudas, de nuevo, para todo aquel que llegue por primera vez al mundo de Dolores Redondo, brotan sin remedio y sin obtener respuesta. Basta de ejemplo el juez Markina, al que Salazar siempre acude y que intenta, constantemente, un inquietante acercamiento a ella. Dentro de cada escena juntos la inspectora es consciente de lo que ocurre, el juez es consciente de lo que ocurre, y el espectador, con los ojos bien abiertos e intentando descifrar cada plano, está absolutamente perdido. Los minutos pasan, los personajes se encuentran, Legado en los huesos acaba y no se resuelve absolutamente nada.

Algo parecido ocurre con la relación entre Amaia Salazar y James, su marido. Su conflicto es visible desde la primera parte del metraje y lo arrastran durante toda la película pero siempre en un segundo plano. A pesar de acercar posturas, literalmente, hacia la mitad de la película, su relación cae en picado justo antes del desenlace y, misteriosamente, después desaparece. Lo que sin duda será una subtrama bien elaborada en el libro original de la película, en la pantalla se traduce por unas pocas escenas desdibujadas que poco aportan a la narración.

Llegado el momento del desenlace, el ritmo de la película se anima para terminar echando por tierra el último atisbo de emoción. La inspectora Salazar se enfrenta a la previsible lucha final con pocas ganas y menos acción mientras el espectador, desde su butaca, pierde la esperanza.

*Conclusión

Lo que en un principio parecía un interesante thriller oscuro para amantes de los mitos y el folclore se pierden entre diálogos literarios, descubrimientos apenas atractivos y un mar de preguntas para los que quizá no tengan más remedio que acudir a los libros o relegar Legado en los huesos al olvido.

Escrito por Lorena Martín
Cinemagavia
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