Aunque la primera película de Ilsa no fue bien recibida por la crítica, el éxito financiero que tuvo fue suficiente para hacer esta segunda película. No se la puede considerar una secuela con exactitud debido a que las películas de Ilsa no tienen una continuidad y cada película es independiente teniendo solamente a Ilsa como la única cosa que relaciona las películas. Básicamente, cada película presenta un universo alterno con diferentes variantes de Ilsa. Esta segunda película nos presenta una realidad alterna donde Ilsa ahora trabaja para el harén como traficante de mujeres para ser vendidas como esclavas. Dyanne Thorne no se despega para nada de su personaje y ella es desde luego lo mejor de toda la película. Ilsa sigue teniendo la misma personalidad perversa y sádica de su contraparte Nazi. Se podría decir que Ilsa es quien salva a toda la película porque hay que admitir que no había necesidad de hacer una segunda entrega. El nivel de desnudo y erotismo en esta película se siente un poco más alto que en la película anterior. Hay escenas brutales y violentas, pero se sienten menos viscerales que en la película anterior. Ni siquiera hay tanta sangre y gore haciendo que esta película genere menos impacto y hasta hay momentos que caen en lo humorístico. Como película de explotación logra cumplir con lo suyo, pero como secuela se siente como otra más del montón. Ilsa, Harem Keeper Of The Oil Sheiks es una película que no falla en ofrecer entretenimiento y un poco de impacto, pero es inevitable pensar que es una secuela innecesaria cuando llega el momento de compararla con su predecesora. Mi calificación final para esta película es un 8/10.