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España España · Valencia
Voto de Hemispheres:
10
Drama Eddie Felson (Newman) es un joven arrogante y amoral que frecuenta con éxito las salas de billar. Decidido a ser proclamado el mejor, busca al Gordo de Minnesota (Gleason), un legendario campeón de billar. Cuando, por fin, consigue enfrentarse con él, su falta de seguridad le hace fracasar. El amor de una solitaria mujer (Laurie) podría ayudarlo a abandonar esa clase de vida, pero Eddie no descansará hasta vencer al campeón sin ... [+]
4 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
-"Has nacido para perder"-... Siempre recordaré esta excepcional película por esta frase, frase que marcó mi idilio con el séptimo arte y que, de una u otra manera, dejó una fuerte huella en mi persona, al fin y al cabo, el cine es comunicación. -"Has nacido para perder"-, vuelve a resonar como un eco que sacude mi cabeza... ¿puede existir afirmación más demoledora dirigida a una persona?. En mi modesta opinión, son estas palabras las que definen perfectamente la esencia de la película.
Eddie Felson es un extraordinario jugador de billar, ostenta un don innato y único para este juego, confía ciegamente en su talento, desprecia y se burla del resto de jugadores, pero esta vanidad le hace cometer un craso error: creer que es el único aliado de la victoria, y esa creencia que él considera absoluta, no lo es, lo que le hace sucumbir ante El Gordo de Minnessota, éste no es tan guapo y apuesto, carece de su porte y elegancia, pero... también es diestro en el juego y es acreedor de una cualidad que Eddie no tiene: el carácter. Y esto es lo que el abyecto personaje interpretado por George C. Scott le reprocha, que tiene talento pero no tiene carácter. Esta carencia le hace incapaz de manejar su propio destino, por ello Eddie está abocado al fracaso y a la autodestrucción, porque al mismo tiempo posee la virtud en el arte del juego y el estigma innato del perdedor, porque su descomunal talento está reñido con la fragilidad de su alma, porque Eddie en sí mismo es todo y es nada, y sólo cuando corona la cima del ocaso es cuando descubre el carácter, tal vez ya demasiado tarde. Es entonces cuando en su revancha vence a El Gordo de Minnessota, pero el precio que ha tenido que pagar por ello ha sido tan alto... Por ello, Eddie en su paso por el mundo, al igual que Bukowski, siempre transitará por la angosta senda del perdedor.
Hemispheres
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