Ésta fue una de las películas que me quedé sin poder asistir en el pasado ZINEMALDIA, a pesar de tener la entrada en la mano y por circunstancias totalmente personales. Después del éxito que parece consiguió durante su pase de prensa y el posterior en el pase público, la película se iba creciendo cada vez un poco más, a medida de que desde instancias cercanas al festival se iban ampliando el número de adhesiones a éste trabajo de los hermanos FRANCO, mientras ellos sonreían a diestro y siniestro por las calles de DONOSTI como si no hubiese un mañana.

Llegó hasta tal nivel el empecinamiento del festival que se le dijo a JAMES FRANCO que no cogiese el vuelo de vuelta antes de la entrega de premios del certamen, lo cual todo el mundo sabe en SAN SEBASTIAN, eso significa premio seguro. Yo intuía, según los comentarios generales que se llevaría la concha de plata al mejor actor, pero el festival tiró la casa por la ventana y le otorgó la CONCHA A LA MEJOR PELICULA y de aquí a la eternidad de la mano del festival, debieron pensar en las oficinas…

Ayer, por fin, pude verla en el pase del Trueba en versión original subtitulada y sinceramente una enorme decepción. Hay en todo el metraje de DISEASTER ARTIST una obstinación tenaz en hacer creer que todo lo que sucede en la pantalla es idéntico a lo que sucedía en la real película THE ROOM de TOMMY WISEAU, incluso JAMES FRANCO en su propia caracterización de WISEAU nos alumbra con unas innecesarias secuencias post crédito sobre la exacta y milimétrica caracterización que tuvo que llevar a cabo.

Aquí la luz la aporta su hermano DAVE FRANCO con una inspirada y luminosa recreación del coprotagonista de la película, pero a quien el enorme parecido físico con su hermano JAMES lastra a la hora de creer que son dos personajes sin nada en común y cuesta digerirlo durante todo el metraje.

Probablemente un pepinazo para la película, el festival y el público, me alegro mucho, pero a mí no me ha convencido.