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Ciencia ficción. Bélico. Acción
Setenta años después de una guerra entre seres humanos y extraterrestres, un niño es enviado a una escuela militar espacial con el fin de prepararlo para una futura invasión. Adaptación de la popular novela de ciencia-ficción de Orson Scott Card.
22 de marzo de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y empiezo reconociendo mi total ignorancia: Ni he leído un solo libro de la saga, ni prácticamente sabía que existían antes de estrenarse la película. Y prefiero empezar así, porque lo peor que se puede hacer cuando se escribe una crítica es dárselas de listo.
Lo malo de la ignorancia está bastante claro. Lo bueno es que partes con los "ojos limpios", cosa que no me ha ocurrido en muchas otras adaptaciones.
El hecho de que exista una saga literaria tan potente detrás justifica alguna de mis preguntas. De otra manera, no hubiese entendido cómo una historia de ciencia ficción y efectos especiales (un blockbuster palomitero, vamos) pudiese tener más profundidad que marcianos y tiros láser. Sobre todo a la vista de los tiempos que corremos.
La historia es buena. Realmente buena. Bucea en un pretendido mundo futuro donde estamos en guerra (o queremos seguir en ella) con una raza que se cree invasora. En medio de eso, una academia militar prepara absolutamente "máquinas de guerra" humanas para hacer frente a la amenaza. Claro, que lo que se busca es la inteligencia y la estrategia por encima de la fuerza física. Así que en mitad de semejante "berenjenal", un chavalito llamado "Ender" destaca poco a poco y va escalando posiciones hasta llegar al punto más álgido al que se puede aspirar dentro del ejército.
Hasta aquí la "americanada". La agradable sorpresa viene cuando la película bucea en los sentimientos del protagonista. En sus sensaciones al sentirse un simple "arma de guerra" y en el trasfondo de mensaje antimilitarista que subyace, y que se hace evidente en el clímax del film. Si a esto le sumas una trama bastante disfrutable, unas gotas de acción donde se necesitan y unos efectos especiales como Dios manda, obtienes un cóctel realmente potente. Para empezar, mucho más que todas las sagas de superhéroes Marvel, juegos de hambre, de sed y de enfermedades venéreas. Es una película de fantasía/ciencia ficción con un evidente toque dramático que le da el alma que necesita para destacar en las propuestas que venimos soportando dentro de este género últimamente.
En el debe (spoiler mediante) una narración demasiada acelerada y subhistorias que dejan cabos sueltos. Una pena, porque una película algo más redonda hubiese sido memorable. Pero cuando ya has entendido que se ha condensado en una hora y cuarenta minutos uno o varios libros acerca de este mundo es más fácil ser indulgente. Aunque media o una horita más no hubiesen sobrado.
En resumen: Que la vean, que les va a gustar.
Lo malo de la ignorancia está bastante claro. Lo bueno es que partes con los "ojos limpios", cosa que no me ha ocurrido en muchas otras adaptaciones.
El hecho de que exista una saga literaria tan potente detrás justifica alguna de mis preguntas. De otra manera, no hubiese entendido cómo una historia de ciencia ficción y efectos especiales (un blockbuster palomitero, vamos) pudiese tener más profundidad que marcianos y tiros láser. Sobre todo a la vista de los tiempos que corremos.
La historia es buena. Realmente buena. Bucea en un pretendido mundo futuro donde estamos en guerra (o queremos seguir en ella) con una raza que se cree invasora. En medio de eso, una academia militar prepara absolutamente "máquinas de guerra" humanas para hacer frente a la amenaza. Claro, que lo que se busca es la inteligencia y la estrategia por encima de la fuerza física. Así que en mitad de semejante "berenjenal", un chavalito llamado "Ender" destaca poco a poco y va escalando posiciones hasta llegar al punto más álgido al que se puede aspirar dentro del ejército.
Hasta aquí la "americanada". La agradable sorpresa viene cuando la película bucea en los sentimientos del protagonista. En sus sensaciones al sentirse un simple "arma de guerra" y en el trasfondo de mensaje antimilitarista que subyace, y que se hace evidente en el clímax del film. Si a esto le sumas una trama bastante disfrutable, unas gotas de acción donde se necesitan y unos efectos especiales como Dios manda, obtienes un cóctel realmente potente. Para empezar, mucho más que todas las sagas de superhéroes Marvel, juegos de hambre, de sed y de enfermedades venéreas. Es una película de fantasía/ciencia ficción con un evidente toque dramático que le da el alma que necesita para destacar en las propuestas que venimos soportando dentro de este género últimamente.
En el debe (spoiler mediante) una narración demasiada acelerada y subhistorias que dejan cabos sueltos. Una pena, porque una película algo más redonda hubiese sido memorable. Pero cuando ya has entendido que se ha condensado en una hora y cuarenta minutos uno o varios libros acerca de este mundo es más fácil ser indulgente. Aunque media o una horita más no hubiesen sobrado.
En resumen: Que la vean, que les va a gustar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Efectivamente, el problema son las "prisas" impuestas por el metraje de la película. Prisas que dejan a medio resolver la difícil relación de Ender con su hermano, entre otras cosas. Eso y en general el fulgurante ascenso del protagonista.
Lo peor de todo, y lo que realmente penaliza la película, es que nadie da una explicación para que al final el equipo de élite que trabaja a las órdenes de Ender sea el grupo de inadaptados que en su vida habían hecho una formación de combate. Parece que van cogiendo a los más "paquetes" de toda la película para meter a calzador el "Equipo dragón" y, acto seguido, ser la flor y nata de las fuerzas especiales (y espaciales) de la Tierra.
Otros aspectos muy a mejorar son los personajes de Harrison Ford y Ben Kingsley. El primero por monolítico. Sin atender a razones, su única obsesión es aniquilar a toda costa. Y ni siquiera cuando el mundo entero trata de explicarle que es más insensible que una piedra da su brazo a torcer. O lo que es peor: Pone gestos de que sí, pero luego es que no. Decepcionante.
Sobre Kingsley: Personaje realmente prescindible. Si la instrucción la hubiese llevado a cabo el propio Harrison Ford, no hubiese pasado absolutamente nada. Así de prescindible es.
Claro que, si esto es lo peor, será porque la película en general es buena. Y sí. Que es buena, hombre.
Lo peor de todo, y lo que realmente penaliza la película, es que nadie da una explicación para que al final el equipo de élite que trabaja a las órdenes de Ender sea el grupo de inadaptados que en su vida habían hecho una formación de combate. Parece que van cogiendo a los más "paquetes" de toda la película para meter a calzador el "Equipo dragón" y, acto seguido, ser la flor y nata de las fuerzas especiales (y espaciales) de la Tierra.
Otros aspectos muy a mejorar son los personajes de Harrison Ford y Ben Kingsley. El primero por monolítico. Sin atender a razones, su única obsesión es aniquilar a toda costa. Y ni siquiera cuando el mundo entero trata de explicarle que es más insensible que una piedra da su brazo a torcer. O lo que es peor: Pone gestos de que sí, pero luego es que no. Decepcionante.
Sobre Kingsley: Personaje realmente prescindible. Si la instrucción la hubiese llevado a cabo el propio Harrison Ford, no hubiese pasado absolutamente nada. Así de prescindible es.
Claro que, si esto es lo peor, será porque la película en general es buena. Y sí. Que es buena, hombre.