Portentoso thriller que solo consigue aburrir en su mayor parte de las insufribles dos horas de duración y pensar que dice que tiene otra versión de 156 minutos!!!!. Sinceramente intenta adentrase en la marginalidad de una supuesta secta satánica que se dedica a robar, asesinar y secuestrar jóvenes usando métodos totalmente despiadados. En busca de éstos partirá un policia cuya hija fue secuestrada por esa banda contando la la ayuda de una antigua miembro de esa pandilla. De esta manera se tendrá que tatuar todo, como para no desentonar con sus perseguidores con Jamie Foxx, a quien le dijeron que ganaría unos dolares trabajando poco, cosa que realmente hace, en un papel insignificante para la trama. A partir de allí será un recorrido de personajes grotescos, que viven en un mundo marginal y a medida que transcurre el film más estúpidos. El líder de la secta es como mínimo payasesco e insufrible dando mas risa que miedo, Nikolaj Coster-Waldau hizo cosas mejores y aquí está a tono con la mediocridad general al igual que la caricaturesca Maika Monroe. En sus títulos dice que está basado en una historia real cosa que supongo muchas de las presentadas aquí no deben ser ciertas. Desechable.