Con la apariencia de crónica mafiosa de una década, que tan grandes películas de cine negro nos ha dado, Cédric Jimenez nos ofrece un relato de la bastante próxima French Connection de Marsella.
La trama es entretenida en todo momento, la ambientación y el vestuario están a un gran nivel, los montajes musicales para avanzar la acción de manera acelerada son aceptables, sin llegar a la grandeza de otras películas similares. Lo mismo sucede con su reparto, a nivel de presencia son intensas, en cambio en los matices están desacertados, o mejor dicho, anodinos. Pocas veces se ha visto a un mafioso tan poco inspirado, y en cuanto a Jean Dujardin como juez le sucede lo mismo, le falta complejidad para acabar de entender hasta que punto su obsesión por seguir los pasos de la French Connection.
Aceptable y entretenida, por debajo de obras similares como "Los lioneses".