Esta es mi primera crítica en esta web, tras años de visitas he decidido inagurar mis reseñas con este título. El motivo es que tras el visionado de este supertruño tenía que hacer una reflexión en voz alta.

Hace 35 años la primera película que ví en un cine fue "Superman", de Richard Donner, la vi en un pase matutino de un domingo, recuerdo incluso que la película de "sábado cine" había sido "La gran evasión", película mítica hasta por su título. Hoy me encuentro que la última que puede que vea en tan sagrado espacio sea ésta. porque si el cine sólo se utiliza de excusa o envoltorio para hacer un alarde de petardos y zarandeos visuales que nada tienen que ver con el noble arte de contar historias, puede que me pierdan para siempre como espectador.

El espectador de hoy está tan habituado a ver clips en multiplataformas, mientras realiza otras tareas, que es capaz de paliar el deficit de atención que inevitablemente provoca esta situación con su propia imaginación. "Ah! esto no lo cuentan porque se supone que ya lo tengo que saber de otras pelis que he visto! Así una supuesta escena romántica, emotiva o incluso simpática se resuelve con una frase en plan sentencia y a otra cosa mariposa. !Que como nos han sobrado planos de Terrence Malick, los cogemos por aquí y por allá y con las notas que a Zimmer se le quedaron sueltas de los Batman tenemos un nuevo hit veraniego! !Total si le hacemos buena promo facturamos más que en todas la pelis estranadas en el último trimestre!

Los productores serán muy valientes en pensar de este modo, incluso que para hacer este reboot de Superman no hayan confesado que en realidad querían realizar un versión en cine de Songoku (o como se llame), pero, en cambio no han tenido ".... " para ponerle los calzoncillos por fuera a este histórico icóno del cómic. Esto demuestra lo grande que era Reeve, y lo inmenso que era Errol Flynn para casi 80 años después no provocar ningún ridículo y seguir emocionando con sus mayas verdes de Robin Hood.

De lo único de lo que me siento afortunado de haber visto esta película en una gran sala de cine es que no he cogido un resfriado con la temperatura a la que lo acostrumbran a poner el refrigerador (perdón, la sala) en esta época del año, y que no haya necesitado una pastilla por el tremendo ruido que provoca este "supertruño".

Y no sigo porque soy incapaz de decir nada más sin hacer spoiler, y para inagurarme ya está bien.