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Voto de Reverendo Wilson:
5
Acción En un partido de hockey, un grupo de terroristas toma el palco de honor de un estadio y retiene a sus ocupantes entre los que se encuentra el vicepresidente del gobierno. Exigen que a lo largo del partido se proceda a una transferencia de dinero a sus cuentas bancarias. En caso contrario, el estadio, sembrado de bombas, volará por los aires con todos los espectadores dentro. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2009
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la década de los 90 echábamos de menos los años 80 y sus películas de acción burras donde abundaban la falta de principios y la importancia que se le daba a las escenas imperadas por el "todo vale" en retrimento de unos pobres (pero plagados de auténticas joyas) guiones donde tenían protagonistmo el anti héroe de turno. Ya finalizando está dédaca del 2000, uno se da cuenta que ahora lo que añoramos no es sólo la época dorada de la Cannon con sus formidables "rambadas", sino también el cine de acción de los 90, aquella con los Seagal, Van Damme, Schwarzenegger, Stallone, Snipes, Lundgren... que muchos ya venían de los 80 y otros ahora están estancados en los videoclubs donde pueblan sus cintas rodadas en Rumanía y otros extraños parajes. El motivo principal de esta añoranza es, a parte de que aquellas películas tenían las toneladas de encanto ausentes en muchos films actuales, es que el género de acción está demasiado trillado y asediado por la revolución de los efectos especiales, que matan el poco alma y carisma que algunos de esos films puedan tener.

Ayer, estuve revisionando en un pase televisivo "Sudden Death". Siempre dije que Van Damme cuando se rodeaba de buenos directores la calidad de sus films aumentaba considerablemente, como ocurre aquí donde está un Peter Hyams (ya en horas bajas, recordemos que este tipo dirigió films como "Capricorn One", "2010" o "Outland") que aporta la artesanía que siempre está presente en sus films. Aunque la premisa clara es la de ser un vehículo de acción para Van Damme, la película funciona, debido principalmente a la labor de Hyams (que ya era un experto en el cine de acción) que no solo se atañe a la dirección ya que también fotografïa sus films y un guión de un curioso tipo llamado Gene Quintano, que merece mención aparte.

A pesar de ser una copia descarada y reconocida de "Die Hard" pero ubicando el duelo héroe-terrorista en un estadio de hockey, el guión de Quintano aporta frescura en base a las lapidarias frases que sus personajes sueltan en momentos de máxima tensión, y si bien a priori eso podría haber quedado chusco y barato ocurre todo lo contrario ya que aporta al film cierto encanto y un aire de tomarse poco en serio asi misma, lo que le hace ganar enteros. De esto se beneficia notablemente ese gran actor secundario que fue es y será Powers Boothe, aquí haciendo de un perfecto villano, dotado del carisma y mala leche que le convierte en un personaje apreciable y más si lo comparamos con "malos" similares de cintas contemporáneas.

En definitiva, un film de acción "noventero" muy estimable, que como dejé entrever al principio será de los que añoraremos dentro de unos pocos años, a pesar de haber sido vapuleado por algún sector "snob" de la crítica cinematográfica.
Reverendo Wilson
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