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Voto de Manuel:
7
6,6
665
Cine negro. Drama. Intriga
Primera película de Charlton Heston en Hollywood, es un relato de cine negro, ayudado por las sombras callejeras y ese inhóspito ambiente en que viven aquellos que bordean el delito. Charlton lidera un grupo de estafadores que despluman a un hombre de negocios (Don DeFore), que se sume en la desesperación y se ahorca. Ahí es donde toma partido el hermano psicótico del fallecido (Mike Mazurki), que inicia un raid para cazar y asesinar a ... [+]
21 de enero de 2024
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SINOPSIS ARGUMENTAL
A su vuelta de la guerra, Dan Haley se busca la vida con un garito de apuestas ilegales, cuyo cierre por la policía le deja en una situación económica muy precaria. En tal coyuntura, y acuciado igualmente por los requerimientos amorosos de Fran Garland, cantante en un club nocturno que aspira a formar con él una pareja estable, Dan vislumbra una solución a su problemas con la aparición de Arthur Wynant, un angelino que se encuentra en Nueva York para hacer unas gestiones relacionadas con un club deportivo y que termina enfrascado en unas partidas de póker con Dan y sus socios, que acabarán de la peor de las formas. A partir de ese momento, se desencadena una espiral vertiginosa de venganza y engaños de incierto final.
EN UN PÁRRAFO
Poco antes de iniciar su lento declive, el noir hollywoodiense seguía entregando piezas de contundencia y precisión notables. Esta cinta de Dieterle no alcanza, ciertamente, las cotas de brillantez de las más grandes del género, pero constituye una muestra vigorosa y muy disfrutable del mismo, construida con sobriedad en las formas y un desarrollo narrativo, que, pese a operar con varias subtramas de cierto punto de complejidad -todas ellas, eso sí, centradas en el personaje protagonista-, no pierde claridad en ningún momento. Recomendable, sin lugar a dudas.
EN SU HABER
Su habilidad para conseguir que los problemas psicológicos y conflictos morales del protagonista, que son los que explican su forma de proceder -en especial, en lo que se refiere a sus relaciones con las mujeres-, estén bien reflejados en la actuación de éste y en su influencia sobre la historia, sin necesidad de explicitarse con los mecanismos habituales (flashbacks, montajes en paralelo). Se agradece.
EN SU DEBE
Una cámara excesivamente deudora de atención hacia el protagonista, un Charlton Heston que debutaba con este film, y que se muestra seguro y solvente, manejando muy bien el reflejo de sus demonios interiores en su lenguaje gestual y facial, pero que es una presencia tan intensa -casi continua- que condiciona, aun sin lastrarlo, el relato.
A su vuelta de la guerra, Dan Haley se busca la vida con un garito de apuestas ilegales, cuyo cierre por la policía le deja en una situación económica muy precaria. En tal coyuntura, y acuciado igualmente por los requerimientos amorosos de Fran Garland, cantante en un club nocturno que aspira a formar con él una pareja estable, Dan vislumbra una solución a su problemas con la aparición de Arthur Wynant, un angelino que se encuentra en Nueva York para hacer unas gestiones relacionadas con un club deportivo y que termina enfrascado en unas partidas de póker con Dan y sus socios, que acabarán de la peor de las formas. A partir de ese momento, se desencadena una espiral vertiginosa de venganza y engaños de incierto final.
EN UN PÁRRAFO
Poco antes de iniciar su lento declive, el noir hollywoodiense seguía entregando piezas de contundencia y precisión notables. Esta cinta de Dieterle no alcanza, ciertamente, las cotas de brillantez de las más grandes del género, pero constituye una muestra vigorosa y muy disfrutable del mismo, construida con sobriedad en las formas y un desarrollo narrativo, que, pese a operar con varias subtramas de cierto punto de complejidad -todas ellas, eso sí, centradas en el personaje protagonista-, no pierde claridad en ningún momento. Recomendable, sin lugar a dudas.
EN SU HABER
Su habilidad para conseguir que los problemas psicológicos y conflictos morales del protagonista, que son los que explican su forma de proceder -en especial, en lo que se refiere a sus relaciones con las mujeres-, estén bien reflejados en la actuación de éste y en su influencia sobre la historia, sin necesidad de explicitarse con los mecanismos habituales (flashbacks, montajes en paralelo). Se agradece.
EN SU DEBE
Una cámara excesivamente deudora de atención hacia el protagonista, un Charlton Heston que debutaba con este film, y que se muestra seguro y solvente, manejando muy bien el reflejo de sus demonios interiores en su lenguaje gestual y facial, pero que es una presencia tan intensa -casi continua- que condiciona, aun sin lastrarlo, el relato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
UNA SECUENCIA
La partida ha llegado a su fin. Quien se las prometiera tan felices, Arthur Wynant, arruinado y desesperado, va mirando -su rostro demudado, perlado de sudor- a los causantes de su desastre, rostros fríos e impávidos a quienes, escrúpulos mínimos (más bien, inexistentes) su suerte trae absolutamente sin cuidado. La cámara va alternando, en primeros planos tan cortos como intensos, esos cuatro rostros, los de cuatro hombres que acaban de sellar sus destinos. Breve, contundente, soberbia.
La partida ha llegado a su fin. Quien se las prometiera tan felices, Arthur Wynant, arruinado y desesperado, va mirando -su rostro demudado, perlado de sudor- a los causantes de su desastre, rostros fríos e impávidos a quienes, escrúpulos mínimos (más bien, inexistentes) su suerte trae absolutamente sin cuidado. La cámara va alternando, en primeros planos tan cortos como intensos, esos cuatro rostros, los de cuatro hombres que acaban de sellar sus destinos. Breve, contundente, soberbia.