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Voto de Amarok:
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Aventuras. Drama
Durante un viaje en solitario a través del Océano Índico, un hombre (Robert Redford) descubre al despertar que el casco de su velero de 12 metros se ha agrietado tras una colisión con un contenedor que flotaba a la deriva. A pesar de las reparaciones, de su experiencia marinera y de una fuerza física que desafía su edad, a duras penas logra sobrevivir a la tormenta. Pero el sol implacable, la amenaza de los tiburones y el agotamiento de ... [+]
20 de septiembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podríamos resumirlo en Robert Redford pasandolas canutas en medio del oceano durante 106 minutos (algo menos, si quitamos los créditos).
La pelicula peca de querer contar mucho a través de la imagen, renunciando a música y dialogos, y con un único protagonista luchando por sobrevivir. Al final, todo se reduce a una secuencia de planos del protagonista (desconocemos su nombre) arreglando un mamparo roto, recogiendo una vela, haciendose una sopa, etc. Esta mezcla de situaciones desesperadas y cotidianidad es muy realista y todo lo que se quiera, pero con ello no construyes una película adecuadamente.
El director intenta que el espectador empatice con la desgraciada situación del protagonista... y lo consigue durantre unos minutos. Lo que ocurre es que en cierto momento, se vuelve tediosa. Falta trasfondo, o alguna situación que implique algún conflicto... pero no hay nada de esto.
Por si fuera poco, la inevitable crítica social que Chandor mete en sus pelis, en esté caso está metida con calzador. Y todo ello rematado con una escena final tramposa y un tanto mística. No es una peli que recomendaría si no eres muy fan del género "situaciones limite".
La pelicula peca de querer contar mucho a través de la imagen, renunciando a música y dialogos, y con un único protagonista luchando por sobrevivir. Al final, todo se reduce a una secuencia de planos del protagonista (desconocemos su nombre) arreglando un mamparo roto, recogiendo una vela, haciendose una sopa, etc. Esta mezcla de situaciones desesperadas y cotidianidad es muy realista y todo lo que se quiera, pero con ello no construyes una película adecuadamente.
El director intenta que el espectador empatice con la desgraciada situación del protagonista... y lo consigue durantre unos minutos. Lo que ocurre es que en cierto momento, se vuelve tediosa. Falta trasfondo, o alguna situación que implique algún conflicto... pero no hay nada de esto.
Por si fuera poco, la inevitable crítica social que Chandor mete en sus pelis, en esté caso está metida con calzador. Y todo ello rematado con una escena final tramposa y un tanto mística. No es una peli que recomendaría si no eres muy fan del género "situaciones limite".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
A parte de lo expuesto, hay algunas situaciones que claman al cielo por su inverosimilitud. Que un tío que no tiene otra cosa que hacer que pasarse el día en una balsa a la deriva no sepa como funcionan las bengalas cuando llega el momento clave, es demencial. ¿Podría pasar? Sí, podría pasar. Todo puede pasar. Pero en este caso, me parece tramposo.
En ningún caso se nos dice que el protagonista sea un marinero experto, pero parece ser que desde el punto de vista técnico, algunas de las decisiones que toma son bastante absurdas. Por ejemplo, dormir en la balsa atada con un cabo al barco, que está a punto de hundirse... no parece muy inteligente. Vale que lo hace para volver a por provisiones, pero aún así...
El tema de la crítica social al transporte marítimo, lo veo correcto pero forzado. Es un container quien causa la avería en el velero, y son barcos portacontenedores los que pasan de largo (se entiende que por no verle) junto al bueno de Robert. Con esto se busca mandar un mensaje muy sintético: esta industria no se hace cargo -o no es consciente- de los males que ocasiona.
La escena final la verdad es que me ha parecido irritante. No sé porque muchos directores tienen la manía de filmar los ahogamientos con un plano cenital en el que se vé a la figura del infortunado descender hasta hacerse pequeñita. Entiendo que es para añadir dramatismo, pero es que luego te tienes que creer que el personaje es capaz de nadar hasta la superficie, o es rescatado de alguna manera, cuando da la impresión de que se ha sumergido una burrada de metros. En cualquier caso, es previsible que el rescatador llegue justo unos segundos tarde, cuando el protagonista está condenado. Eso me hubiera valido, aunque un tanto forzado. Pero que ya el bueno de Robert consiga nadar desde las profundidades y agarrar una "mano amiga" me parece cuanto menos tomar el pelo al espectador. Podemos ponernos imaginativos y pensar que es un delirio, y que en realidad el protagonista se ahoga, pero no hay suficientes pistas que den a entender que el realizador pueda sugerir eso. Solo faltaba que el rescatador sea un pobre pescador de un país del tercer mundo. Si yo fuera el director, esta posibilidad me hubiera tentado, pero parece ser que Chandor tuvo el sentido común de deshechar esta posibilidad.
En ningún caso se nos dice que el protagonista sea un marinero experto, pero parece ser que desde el punto de vista técnico, algunas de las decisiones que toma son bastante absurdas. Por ejemplo, dormir en la balsa atada con un cabo al barco, que está a punto de hundirse... no parece muy inteligente. Vale que lo hace para volver a por provisiones, pero aún así...
El tema de la crítica social al transporte marítimo, lo veo correcto pero forzado. Es un container quien causa la avería en el velero, y son barcos portacontenedores los que pasan de largo (se entiende que por no verle) junto al bueno de Robert. Con esto se busca mandar un mensaje muy sintético: esta industria no se hace cargo -o no es consciente- de los males que ocasiona.
La escena final la verdad es que me ha parecido irritante. No sé porque muchos directores tienen la manía de filmar los ahogamientos con un plano cenital en el que se vé a la figura del infortunado descender hasta hacerse pequeñita. Entiendo que es para añadir dramatismo, pero es que luego te tienes que creer que el personaje es capaz de nadar hasta la superficie, o es rescatado de alguna manera, cuando da la impresión de que se ha sumergido una burrada de metros. En cualquier caso, es previsible que el rescatador llegue justo unos segundos tarde, cuando el protagonista está condenado. Eso me hubiera valido, aunque un tanto forzado. Pero que ya el bueno de Robert consiga nadar desde las profundidades y agarrar una "mano amiga" me parece cuanto menos tomar el pelo al espectador. Podemos ponernos imaginativos y pensar que es un delirio, y que en realidad el protagonista se ahoga, pero no hay suficientes pistas que den a entender que el realizador pueda sugerir eso. Solo faltaba que el rescatador sea un pobre pescador de un país del tercer mundo. Si yo fuera el director, esta posibilidad me hubiera tentado, pero parece ser que Chandor tuvo el sentido común de deshechar esta posibilidad.