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España España · Palma de Mallorca
Voto de Robert Denigro:
8
Drama Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle (la "strada", en italiano), sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo. Aunque varios de los pintorescos personajes que va conociendo en su deambular ... [+]
2 de enero de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo evitar ver "La strada" con la mirada de mi tiempo, es decir desde el empoderamiento que gobierna el mundo civilizado. Un mundo donde la mujer ha conquistado una voz propia y con ella no sólo reivindica su identidad sino que acusa la violencia gratuita del varón (no sin cierta exageración a veces). Desconozco la impresión que causó "La strada" en su época, pero es indudable que actualmente la película está condicionada por esta nueva mirada.

Desde esta lectura feminista un único tema se apodera de la película como las garras de un gigante cruel. El sometimiento de una mujer sumisa a un hombre brutal. Ella un gorrión frágil y él un ogro primitivo. No hace falta ser psicólogo para reconocer en la pareja los patrones del perfecto maltratador y de la perfecta maltratada.

Gelsomina y Zampanó, subidos a ese triste carromato, viajan hacia ninguna parte bajo la sombra del fatalismo. Ella todo ternura, busca la alegría, busca el amor y no pierde ocasión por iluminar la vida. Él despiadado, bestial, incapaz de dar cariño. Personajes de valores absolutos que funcionan como arquetipo. No existen personas así en la vida real. Se suele calificar "La strada" de neorrealista, así lo demuestra la puesta en escena, pero la historia se asemeja más a una fábula con moraleja. El eterno conflicto entre la bondad y la crueldad.

La felicidad de Gelsomina siempre es anulada por Zampanó. El silencio alegre de Gelsomina conquista el corazón del espectador, mientras Zampanó boicotea sus ilusiones. Con Zampanó cerca no hay forma de que ocurra nada bueno. "La strada" inaugura todo el universo felliniano: costumbrismo de postguerra, miseria social y sobre todo el circo como forma de vida. El payaso triste como metáfora de las sonrisas y las lágrimas del mundo. Fellini convierte a Gelsomina en una mártir. Símbolo femenino de entrega incondicional al amor, la luz y la esperanza. El mensaje de Fellini, implacable, es efectivo porque al salir del cine buscaremos en la vida lo que el director nos ha robado en la película: el amor.
Robert Denigro
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