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España España · madrid
Voto de East:
3
Comedia José Vicente (Alberto López) lleva ocho años opositando para alcanzar su sueño: convertirse en funcionario. Mientras lo consigue, vive mantenido por su familia y la de su novia. Cuando llegan los resultados todos están pletóricos, ¡ha conseguido la plaza!... pero la alegría dura poco: ha habido un error administrativo y en realidad es el primero de los suplentes. José Vicente, dispuesto a todo por no decepcionar a su novia y a su ... [+]
3 de febrero de 2020
18 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el imaginario colectivo, pocas profesiones tienen una connotación tan peyorativa como la de funcionario y su trabajo asegurado para toda la vida. Y lo más curioso es que esa es la legítima aspiración de toda la sociedad. En ese caso, por qué se denosta al funcionario? Si tu primo, o el gerente de una empresa de seguros, te hace un contrato de por vida, entonces nadie te critica. Los sindicatos y todas las fuerzas sociales lo celebran y lo consideran el contrato y la situación ideal. Pero si el trabajo se lo ha ganado uno mismo, sólo con su esfuerzo y su talento, compitiendo durante años contra 10 ó 15 aspirantes por plaza (a veces bastantes más), entonces no eres más que un desecho social, un vago? Quizá ese antagonismo, funcionario versus trabajador por cuenta ajena, responda, más que a la realidad, a unas estructuras cognitivas proclives a la dicotomía que casi todos tenemos en mayor o menor medida.

Con inconscientes e ideológicas consideraciones sobre la precariedad laboral comienza esta película protagonizada por unos opositores (tan verosímiles como un luchador de Sumo que aspira a convertirse en Jockey) capaces de matar por obtener un puesto de trabajo para toda la vida. Cómo pretexto para iniciar una comedia me parece tan válido como cualquier otro. Pero aquí no hay nada coherente que desarrollar, porque la cinta no sabe muy bien lo que está parodiando o criticando, limitándose a presentar una situación esperpéntica que se estira en exceso, trufada de diálogos sin demasiada relación unos con otros. Además, casi todo es arrítmico (interpretaciones incluidas), sin frescura, con una gracia más que sosa, que nos muestra unos personajes irreales, con unas relaciones personales más propias del siglo XIX que del XXI, con el conformismo, con el apego a lo tradicional como bandera.

Una lástima, porque este dúo de cómicos sevillanos, que conforman Alberto López y Alfonso Sánchez,ha acreditado un talento más que sobrado, tanto en su primera película: "Todo el mundo es nuestro" (una graciosa critica costumbrista, mordaz y certera, sobre todo lo que se movía por la pantalla), como en sus cortos humorísticos, como en "esto ya no es lo que era" (un derroche de gracia e ingenio). Ojalá que su próxima película transcurra por esos derroteros.
East
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