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Voto de el pastor de la polvorosa:
8
Aventuras. Drama El capitán Vladimir Arseniev y su destacamento tienen que realizar unas prospecciones geológicas en los bosques de la taiga siberiana. La inmensidad del territorio y la dureza del clima hacen que se extravíe. Condenado a vagar por una tierra salvaje, Vladimir conoce a Dersu Uzala, un cazador nómada que conoce el territorio como la palma de su mano y sabe cómo afrontar las inclemencias del tiempo. Dersu enseñará a Vladimir a respetar la ... [+]
31 de octubre de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para no insistir en cuestiones ya dichas (cien críticas en FA), destacaría de esta película lo siguiente:

- El respeto absoluto con el que está tratado el personaje de Dersu, que se convierte en una nueva encarnación del buen salvaje (esta vez en su variedad siberiana, alejada de los tristes trópicos habituales), que vive en armonía con una naturaleza más poderosa que el hombre. Kurosawa supera el cierto didactismo de la historia con ejemplar convicción a través de su retrato de este hombre humilde y orgulloso a un tiempo, generoso y perspicaz, y fundamentalmente digno.

- Una historia como esta implica una visión romántica de la naturaleza que se nutre de la tradición europea (la imagen del deshielo al inicio de la segunda parte me recuerda el cuadro del mar de hielo de C.D. Friedrich), pero que también enlaza con la cultura de la contemplación propia del sintoísmo japonés (una religión animista, como la de Dersu).

- La riqueza de la composición panorámica de Kurosawa (las imágenes partidas en dos o en tres, la colocación de los personajes como figuras de un cuadro, las repeticiones), unida a la simplicidad de su argumento, otorga a la película una potencia casi ritual.

- La película es lenta y larga, pero nunca pesa (salvo quizá en el epílogo, cuando uno ya conoce el desenlace). El carácter didáctico que he señalado la hizo, en mi época (aunque yo no viví la experiencia), habitual de las proyecciones de instituto, favoreciendo el odio precoz de la juventud de entonces por el cine japonés... Como se ve, todo es cuestión de puntos de vista. Paradójicamente, la película no es japonesa, sino una producción internacional que adapta un libro ruso, protagonizada por rusos y tunguses, y rodada en Siberia. Y sin embargo, aun con la apertura hacia la cultura occidental propia de Kurosawa, su sentido de la estética es inequívocamente japonés: una estética que acuñó (Zeami, en sus tratados sobre el teatro Noh) el concepto de yugen, en el que se alía el misterio de la belleza con la verdad de la naturaleza: “la belleza como el color de la verdad, por así decir” (Makoto Ueda).
el pastor de la polvorosa
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