El injusto desinterés que produjo "Barry Lyndon" en el grán público trás su estreno en 1975, sumió en una profunda tristeza a Stanley Kubrick, cinco años de retiro bastaron para decidir que su proxima película debía ser una apuesta segura, bien sabida su fama de no querer repetirse, puso su talento al servicio de un género siempre agradecido en taquilla.

El cine de Terror quedará siempre marcado por las hipnóticas y a la vez pavorosas imágenes de este magnífico film.

"El Resplandor" no es una cinta fácil de encajar, su terrible ambiguedad argumental, sello personal de su realizador, ha hecho correr ríos de tinta y agotado interminables tertulias entre defensores y detractores de un estilo tan particular.

Personalmente creo que justamente es eso lo que la hace grande, su tergiversación de una realidad formal, como acercamiento a la locura que es, no se me ocurre una formula más certera.

En el aspecto visual hay menos discusión, Kubrick no tiene igual en pantalla, su obsesión por la perfección le llevaba a inventar artilugios con los que mejorar cosas tan simples como es seguir a un niño con su triciclo por interminables pasillos, lo consiguió con un rail especial donde instaló la cámara para asi evitar movimientos bruscos.
Esas imágenes quedarán siempre marcadas en la retina del buen cinéfilo, son el paradigma perfecto de una tensión contenida, ante algo terrible que sabemos está por acontecer.

Interpretativamente también genera controversia, monopolizada por la potente y omnipresente figura de un como nunca excesivo Jack Nicholson, yo opto por su defensa, ¿argumentos?, basta con ver la famosa escena de la puerta astillada a golpes de hacha, sin duda que es ese el rostro de la locura.

Otro acierto de Kubrick es valerse de la novela de Stephen King, pero solo hasta el punto en que le es necesaria, es un texto que no soporta su traslación literal a la pantalla, quedaria demasiado ridículo -buena prueba es la miniserie que se hizo años mas tarde - y por tanto los cambios, aún con el enfado del escritor, son absolutamente válidos y mejoran sobre manera la historia.

Un título mítico, una Obra Maestra del género.