Es lo que el cine hace, es como si te cortaran la cabeza, las sensaciones que puede provocarte una escena. Aquí lo interesante de estos pocos segundos es que se trata de una interpretación. Toman un hecho para documentarlo, tienen vestuarios de la época, debieron conseguir un muñeco similar a la reina para la decapitación y posteriormente la edición para conseguir el efecto final, que puede parecer que no está bien logrado, pero que importa. Es tan rápido que a muchos puede impresionar. Pero que podemos decir, si hay muchísimas películas que tienen unos efectos malísimos que dan risa. Buen corto de Alfred Clark, que sin duda tuvo que preparar esta escena con anticipación a diferencia de otros cortos improvisados de la época.