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Voto de BartonKeyes:
6 151
Intriga. Drama
Dave Garland (Clint Eastwood), un popular locutor de radio de California, recibe en su programa frecuentes llamadas de una misteriosa mujer que siempre solicita la misma canción. Un día en un pub una mujer, Evelyn (Jessica Walter), seduce a Dave, y ambos acaban en el apartamento de ella con la idea de que será una aventura de una noche. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estimable debut como director de Clint Eastwood, quien también protagoniza este thriller psicológico con evidentes huellas de títulos como "Psicosis" (1960) o "Repulsión" (1965), ejerciendo asimismo una indudable influencia en films posteriores como "Atracción Fatal" (1987) de Adrian Lyne.
La película se beneficia de una esmerada puesta en escena en la que Eastwood demuestra una buena conducción de las situaciones de suspense, sabiendo adecuar el ritmo narrativo a lo que necesita la acción en cada momento.
Además, en un intento de oxigenar el relato, alterna secuencias en espacios abiertos y naturales como salvajes playas de mar indómito, con otras en claustrofóbicos y oscuros escenarios, en los que utiliza con talento el contraste de luces y sombras, o elementos como los espejos, que ayudan a elevar la tensión y la creciente sensación de inquietud.
Los innecesarios y demasiado largos pasajes en forma de interludio musical no aportan absolutamente nada al meollo del asunto, llegando a provocar desconcierto en el espectador, siendo el principal desatino de este interesante arranque tras las cámaras de Clint Eastwood.
En el plano interpretativo y dentro de un buen nivel general, el mayor elogio ha de ser para una fenomenal Jessica Walter como obsesiva psicópata de esquizofrénico comportamiento.
La película se beneficia de una esmerada puesta en escena en la que Eastwood demuestra una buena conducción de las situaciones de suspense, sabiendo adecuar el ritmo narrativo a lo que necesita la acción en cada momento.
Además, en un intento de oxigenar el relato, alterna secuencias en espacios abiertos y naturales como salvajes playas de mar indómito, con otras en claustrofóbicos y oscuros escenarios, en los que utiliza con talento el contraste de luces y sombras, o elementos como los espejos, que ayudan a elevar la tensión y la creciente sensación de inquietud.
Los innecesarios y demasiado largos pasajes en forma de interludio musical no aportan absolutamente nada al meollo del asunto, llegando a provocar desconcierto en el espectador, siendo el principal desatino de este interesante arranque tras las cámaras de Clint Eastwood.
En el plano interpretativo y dentro de un buen nivel general, el mayor elogio ha de ser para una fenomenal Jessica Walter como obsesiva psicópata de esquizofrénico comportamiento.
