Cuando me enteré de la existencia de esta película, tenía miedo de que a Ari Aster se le subiera a la cabeza el éxito de “Hereditary” como le ocurrió a Jordan Peele con la lamentable “US” Por suerte, solo ha ocurrido a medias. El relato que se nos cuenta es un refrito de “The Wickerman” versión hardcore, con un guion bastante plano, con ideas y detalles muy buenos desaprovechados.

Por otro lado, me cuesta ser imparcial cuando una película es capaz hacerte salir mareado de fatiga ante el desfile
del esperpento y la casqueria que propone el director. Sé que es su intención, pero a mi no me termina de molar su abuso gratuito, y más sabiendo que el director lo emplea para darse autobombo de lo enfermo que está (como el pretencioso Lars Von Trier en “anticristo”)

Y es que al final, el director ni termina de contar una historia ni desarrolla con éxito sus ideas y reflexiones. Se queda todo en la superficie. Mención a parte cabe destacar la suma estupidez de todos los personajes.

Si he salvado la película de la quema en la hoguera es por su dirección, fotografía y banda sonora. Aster maneja los recursos filmicos con maestría, he de reconocer. Y eso lo admiro.

Puntos positivos:

-la dirección, fotografía, banda sonora

Puntos negativos:

-Sobra metraje del ya de por si recortado metraje
-Los personajes son incomprensiblemente estupidos
-Lo anterior potencia algunas escenas ridículas de humor INVOLUNTARIO