Finalmente, tras mucho pelear conmigo mismo, he tenido que bajar la nota a "El Puente sobre el río Kwai". Y no es porque no sea una buena película, ni porque me parezca excesivo ciertos aspectos de su producción como hacer un gasto de recursos absurdos con tal de que la película de David Lean quedase espectacular, ese es otro tema aparte. Pero es cierto que tiene ciertos pecados imperdonables.

Prisioneros de guerra de los japoneses, un comando británico liderado por el Coronel Nicholson (Alec Guiness) se ve obligado a trabajar en la construcción de un puente para sortear el río Kwai, en Tailandia. Bajo el mandato del coronel Saito (Sessue Hayakawa), un hombre al que no le importan los tratados internacionales, hasta los obligados se verán machacados para acabar el puente antes de la fecha límite impuesta. Al mismo tiempo, el comandante Shears (William Holden) consigue escapar milagrosamente del campo de concentración y llegar a una base aliada.

Vale, si, es una película de 1957 y no debería juzgarla como si se hubiese hecho ayer, pero es imposible no hacerlo tras ver como el medio ha ido evolucionando. Para empezar, el villano principal, bien interpreatdo por Sessue Hayakawa, que comienza como un personaje interesante y acaba desdibujandose hasta convertirse en un pelele, lo que se suma a un anglocentrismo impresionante. La subtrama del norteamericano fugado, que es horrible hasta que pasamos más de la mitad de la película. Y el final es como mínimo risorio.

Sin embargo, la película también tiene sus cosas buenas. La actuación del que sería el primer Obi Wan Kenobi, Alec Guiness, es para tener muy en cuenta, siendo el que más me gusta de toda la cinta. Sus efectos especiales disparatados y costosos pueden ser excesivos, pero desde luego que para el año sería una completa locura en efectos especiales y al ser reales no han envejecido mal. La trama, aunque ya hemos hablado de sus defectos, gana mucho por momentos y en ocasiones añade ese puntillo cómico necesario para amenizar. La banda sonora también tiene un buen nivel.

Si, "El puente sobre el rio Kwai" tiene muchos defectos: su trama es simple, es injusta con los japoneses, tiene un final propio de Benny Hill y se hace por momentos muy larga y extenuante. Pero, aun así, se consigue mantener en su mayoría bastante entretenida, y el gran culpable de ello es un gran Alec Guiness que hace que su aparición en pantalla sea memorable.