Media votos
6,0
Votos
2 800
Críticas
10
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de pachu:
8
6,9
47 222
Drama. Romance
Años 50. Frank (Leonardo DiCaprio) y April (Kate Winslet) se conocen en una fiesta y se enamoran. Ella quiere ser actriz. Él sueña con viajar para huir de la rutina y experimentar emociones nuevas. Con el tiempo se convierten en un estable matrimonio con dos hijos que vive en las afueras de Connecticut, pero no son felices. Ambos se enfrentan a un difícil dilema: o luchar por los sueños e ideales que siempre han perseguido o conformarse ... [+]
22 de abril de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deben saber los enamorados que desde Andrea Capellanus hasta Balzac, se fue tejiendo en este viejo continente un rico código amoroso. Tal conocimiento popular que secunda la idea de la huida de la rutina, es la que agita a esta joven pareja americana de clase media hasta hacerla saltar por los aires: ella, idealista y enamorada, choca con él, egoísta y machista. Lo que a priori semeja un argumento bastante manido por el cine ("Dos en la carretera" es el mejor ejemplo que me ha venido al caso) tiene en esta película otra dimensión: los problemas de esta pareja se transforman en una velada crítica a la sociedad americana. Las miserias humanas retratadas en 'Revolutionary Road' no se enmarcan en una época de crisis sino en una de bonanza capitalista (los maravillosos años '50), y es este tiempo el que erige una falsa felicidad, una imagen arquetípica de familia americana con casa grande, jardín e hijos. Pero como ocurre en la lynchiana "Terciopelo Azul", tras los visillos de la casa se oculta una realidad completamente diferente a la del sueño americano: amargura, frustración e incapacidad de luchar por el amor, una triple adjetivación que recae sobre el personaje de Leonardo Dicaprio.
Destaca en este film, por encima del argumento, la actuación de la pareja enamorada de aquel lejano Titanic: meritorias y memorables actuaciones (en ocasiones un tanto histriónicas) de Dicaprio y Winslet, que hacen olvidar por momentos que el espectáculo voyeurista al que asistimos sea un film y no una cámara oculta de un gran hermano cualquiera.
Destaca en este film, por encima del argumento, la actuación de la pareja enamorada de aquel lejano Titanic: meritorias y memorables actuaciones (en ocasiones un tanto histriónicas) de Dicaprio y Winslet, que hacen olvidar por momentos que el espectáculo voyeurista al que asistimos sea un film y no una cámara oculta de un gran hermano cualquiera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Curiosamente, ante tal espectáculo voyeurista al que nos somete Sam Mendes, el único personaje que se identifica con el espectador es el hijo loco de la casera (quizás por darle una gracia mareante y simbólica al binomio de locura y amor), el cuál resume en un breve monólogo lo que está ocurriendo en esa relación:
"¿Qué tiene todo esto de obvio? A ver... ella está embarazada... ¿Y qué? ¿No se tienen niños en Europa? (...) De acuerdo, de acuerdo, es cuestión de dinero. Es un buen motivo. Pero... casi nunca es el verdadero motivo. ¿Cuál es el verdadero motivo? ¿La parienta te ha quitado la idea? ¿Tu mujercita ha decidido que no está lista para jugar a las casitas? No... no ha sido eso... Salta a la vista. Se ve que es fuerte y tiene restos suficientes. Entonces... ha tenido que ser por ti. ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Qué ha pasado, Frank?! ¿Te has acobardado? ¿Has decidido que estás mejor aquí, después de todo? ¿Has pensado que se está más cómodo aquí en esta vida irremediablemente vacía después de todo, eh? Oh, vaya... eso ha sido, mira qué cara. ¿Qué pasa, caliente caliente? ¿Sabéis qué? No me sorprendería que la hubiera preñado a propósito para poder pasarse el resto de la vida escondido detrás de un biberón y así no tener que descubrir jamás de qué pasta estaba hecho."
"¿Qué tiene todo esto de obvio? A ver... ella está embarazada... ¿Y qué? ¿No se tienen niños en Europa? (...) De acuerdo, de acuerdo, es cuestión de dinero. Es un buen motivo. Pero... casi nunca es el verdadero motivo. ¿Cuál es el verdadero motivo? ¿La parienta te ha quitado la idea? ¿Tu mujercita ha decidido que no está lista para jugar a las casitas? No... no ha sido eso... Salta a la vista. Se ve que es fuerte y tiene restos suficientes. Entonces... ha tenido que ser por ti. ¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Qué ha pasado, Frank?! ¿Te has acobardado? ¿Has decidido que estás mejor aquí, después de todo? ¿Has pensado que se está más cómodo aquí en esta vida irremediablemente vacía después de todo, eh? Oh, vaya... eso ha sido, mira qué cara. ¿Qué pasa, caliente caliente? ¿Sabéis qué? No me sorprendería que la hubiera preñado a propósito para poder pasarse el resto de la vida escondido detrás de un biberón y así no tener que descubrir jamás de qué pasta estaba hecho."