Este film nos muestra, de una manera brillante, el origen del justiciero enmascarado de Gotham. Brillante es el adjetivo más apropiado para definir el trabajo de Nolan en este curradísimo film. La dirección es idónea en todos los aspectos. Como Bruce Wayne se encuentra exiliado en una cárcel y conoce a Ras, quien le adiestra para convertirse en un justiciero... La cinta es muy oscura en todo momento. Lo muestra desde el principio con la muerte de los padres de Bruce, su sed de venganza hacia el criminal que lo hizo, la corrupción de la ciudad, etc... Batman es un héroe que puede gustar más o menos. En mi opinión, es un héroe muy realista porque no tiene ningún poder que lo haga distinto a los demás. Únicamente le mueve su afán de hacer prevalecer el bien por las calles de su ciudad. Nolan inició de un modo ingenioso su trilogía del hombre murciélago. Bale es un Batman muy creíble, ya que aparte de justiciero también es una persona. Liam Neeson es un villano distinto al que nos solemos encontrar en el cine de superhéroes. En mi opinión, aporta mucho a la cinta con una interpretación bastante acorde a su perfil de antagonista. La banda sonora es muy eléctrica por la intensidad que desata con cada uno de sus sonidos. El tramo final es alucinante con ese clímax lleno de emoción y suspense que no permite la más mínima distracción de nuestros ojos. Por fin, podemos ver el nacimiento del guardián de la noche. Todo héroe tiene un comienzo y el de Batman fue este.