Si en busca del arca perdida fue un total espectáculo de acción y adrenalina en estado puro, en esta segunda entrega la acción disminuye algunos niveles. Sin embargo, el punto a favor de esta excelente precuela es la oscuridad. La escena en la que le arrancan el corazón al hombre durante el sacrificio y después lo descienden para abrasarlo es una pasada, simplemente. Es algo violenta, hay que decirlo, pero si algo le faltaba a la primera parte era precisamente esto, es decir, este tipo de cosas. Como Indy se pasa al lado oscuro es otra genialidad. Ese cambio tan radical, tan extremo. Como está a punto de sacrificar a su "amiga" y le propina un golpe a su pequeño amigo Tapón. Sin duda, es la historia más oscura de la saga del doctor Jones. Spielberg hizo muy bien a la hora de darle ese tono a esta entrega, y eso que años más tarde él mismo diría que se arrepintió de hacer tal cosa y no comprendo el motivo de sus palabras, sinceramente. Y ojo porque la acción también está presente en este film. La huida del club Obi-Wan en Shanghái, el salto en balsa del avión, la pelea de Indiana con el guardia enorme, la de Tapón con el niño maharajá, la persecución en el interior de la mina en los vagones, el clímax en el puente colgante... Espectacular, y como no, Harrison Ford haciéndolo de cine. Este hombre podría interpretar a este personaje toda su vida y siempre lo haría de escándalo. Sin olvidar, por supuesto, a los acompañantes de Indy, que logran ser igual de indispensables que este en las partes más importantes. La banda sonora prosigue deleitándonos con ese ritmo icónico que Williams grabó a fuego en nuestras mentes. Muy buena continuación. Entretenida de principio a fin. Estupendo film, el cual es considerado una dignísima segunda parte por un servidor.