Políticamente brillante. Se trata de un verdadero tratado histórico-político. Una película de gran belleza y sencillez, que lleva en sus entrañas el dilema mismo de la revolucion socialista, es decir, de la evolucion de la humanidad. Las disputas entre el POUM y el stalinismo lejos de agotarse en la anecdota interna de una guerra en particular, se traslada en toda su gravedad a un contexto mundial en la escena de la asamblea por la colectivizacion de la tierra. El dilema es el mismo que llega a nuestros días, a todos los rincones del planeta donde existe alguna lucha social: la lucha es por la revolución, y la revolución debe ser permanente. Creo que la pelicula avanza desde un estado originario de ingenuidad ideológica (la forma en que David se une a la guerra, y mas especificamente al POUM) a un nivel de profundidad y seriedad política (que llega a su esplendor en la escena antes citada), que da paso hacia el final a una especie, cómo decirlo, de pesimismo historico. Y es esta decadencia del final, esta tendencia hacia el romanticismo de una lucha cuyo objetivo parece a esa altura de la pelicula utópico, la que le resta esos dos puntos para ser excelente. Me quedo con la frase de la escena de los funerales "Nosotros somos muchos más". Nosotros, todos.