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España España · Málaga
Voto de Nuño:
8
Terror. Intriga. Thriller Oliver conoce a Irena durante una visita al zoo. Se enamoran y acaban contrayendo matrimonio. Durante el convite, una misteriosa mujer aparece y afirma ser pariente de Irena. Ella comienza desde entonces a comportarse de manera extraña. Por ello, Oliver busca la ayuda de un psiquiatra. Al mismo tiempo, confía sus temores a su amiga Alice. Los celos de Irena complicarán aún más la situación. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2016
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tourneur emplea en 'La mujer pantera' dos soluciones visuales ejemplares; extendiéndose ambas como los elementos, para mí, más significativos de su autoría.

1. La transformación emocional de un escenario, en base a la luz.

[Un ejemplo. En el primer encuentro entre Irena y el psiquiatra, la iluminación nos limita a unos focos concretos (el rostro de ella) y la oscuridad nos oculta prácticamente todo lo demás. Sobresalen, de lo lóbrego, las voces; el discurso revelador de ella, la instigación de él: todo rodeado de la honda negrura del inconsciente. Al acabar, él corre una cortina, dejando pasar la claridad y, de pronto, aquel pozo oscuro e inhóspito de confesiones y emociones veladas, muta en una convencional oficina: diáfana, ordenada y, sobre todo, inofensiva. La peligrosidad que habíamos intuido previamente se disipa. Ha sido la luz la bisagra que nos ha conducido del temor al alivio; actúa como conductora emocional, y no sólo como factor fotográfico.

La luminiscencia, como mecanismo de ocultación/revelación, entronca además con la misma esencia argumental de la película, ofreciéndonos un contraste muy sugerente: la luz nos ofrece un matrimonio funcional, su oscuridad es el rechazo físico tajante de ella; la luz nos muestra una mujer aparentemente sana a todos los niveles, su oscuridad es el tormento que le generan las arcanas leyendas sobre brujería y depredación en su Serbia natal].

2. La soledad del lugar público.

[Cuánto cambia un populoso zoológico, una relajante piscina de balneario o la propia calle, cuando pasan de estar atestados por la muchedumbre a vaciarse. Estar en esos lugares, entonces, nos supone una experiencia diferente. La escena del baño o la del paseo nocturno de Alice son muestra representativa de esta asombrosa capacidad cinematográfica para hacer, de un espacio reconocible, un lugar amenazante. No es algo ajeno a la vida real... ¿quién no ha estado en un colegio, un hospital o un edificio de oficinas a horas intempestivas y ha pensado "qué raro es este sitio por la noche y sin gente"?].

...

'La mujer pantera' aúna estructura de melodrama y tono de cuento de terror. Tiene alma mística, piel psicoanalítica y apariencia de pesadilla. Es cierto que, en el mundo real, una mujer no puede convertirse en pantera si la tocan. Qué tonto. Por suerte, existe el Cine para saltarse esas limitaciones.

Gracias.
Nuño
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