Todo apuntaba a ser como la saga crepúsculo en sus primeros episodios, hasta que aparece el señor Damon Salvatore y hacernos cambiar de opinión al instante.
Ian Somelharder esta brillante, sus gestos, sus movimientos, sus frases...hacen que que eclipse la pantalla y te olvides por momentos del resto del elenco.
El argumento empieza siendo el típico, dos hermanos, enamorados de la misma chica, uno "bueno" otro "malo" .... y en cada episodio se va volviendo mas interesante todas las tramas sobre ellos, su pasado vampírico, brujos, hombres lobo, hibridos..
Tiene personajes únicos, como Katherin, Elaya, y el maravillosos villano de Klaus.
Diría que las cuatro primeras temporadas van sobradas de calidad, dando paso a una quinta un poco extraña, aunque no pierda su esencia.
La sexta se emite actualmente y hasta no ver su final no diré mucho más.

En definitiva, tienes sangre, emoción, magia, muertes, amor, pero sobre todo esta perfectamente equilibrada, para que no llega a empalagarte y tampoco llegue a ser demasiado sangrienta.

Es la serie mimada de la Cw así que tenemos vampiros para rato.