La inteligencia que pueda hallarse de estos "Puñales por la espalda" tiene más que ver con una buena artimaña que con el ingenio; la habilidad con la que cuenta Rian Johnson, su director, para confundir a un espectador mezclando comedia y misterio, sobre algo que no es más que una parodia, dentro de otra parodia, resulta asombrosa.

Se han utilizado parámetros de las novelas de género más clásicas y conocidas, y parece que debido al poco placer que destilan las nuevas generaciones por la lectura, encuentran novedosas, técnicas tan utilizadas e incluso manidas y por supuesto ya superadas. Ahí tal vez se encuentre la clave de su elevada nota.

El casting ha reunido a un magnífico grupo de actores, que resuelven con eficacia el proyecto. Un casi irreconocible Don Johnson, y un Daniel Craig muy lejos de aquel 007.