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Voto de abretedeorejascom:
6
Bélico. Drama Otoño de 1936. David Carr (Ian Hart), un joven comunista en paro, deja Liverpool para intervenir en la guerra civil española, dentro del bando republicano, e ingresa en la Brigada Internacional del frente de Aragón. Allí conocerá a muchos milicianos procedentes de toda Europa y Estados Unidos, en especial la española Blanca (Rosana Pastor), una atractiva anarquista. David y Blanca están convencidos de luchar por la defensa de la ... [+]
23 de abril de 2024
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Que Aragón es un inmenso y desaprovechado plató de cine nos lo dejó muy claro Lucas Sáez, productor y fundador de Pyrene Media (empresa que se dedica a buscar localizaciones en el norte de España para productoras cinematográficas de todo el mundo) en el tristemente último festival de cortometrajes de la ya añorada Asociación Cultural Las Ranetas. El diverso y antagónico paisaje que nos muestra Aragón en un radio de 200 km a la redonda es un infinito abanico de posibilidades para poder realizar series, películas, documentales, videoclips… con lo que todo eso supone para la región: puestos de trabajo, desembolso económico en la zona y por supuesto poner en el mapa todo el potencial turístico de Aragón.

Así que no podía ser de otra manera, y la película que he decidido recomendaros está rodada casi íntegramente en el Maestrazgo turolense, en su mayor parte en el pueblo de Mirambel. Hasta allí se trasladó desde Inglaterra con todo su equipo el prestigioso director ya por entonces, Ken Loach. Corría el año 1994. Su idea era hacer una película basada en el libro Homenaje a Cataluña de George Orwell. Pero como no tenía muchos medios económicos para realizarla, desarrolló un nuevo guion para no tener que pagar derechos de autor y lo tituló "Tierra y libertad". Así que el evidente parecido argumental con la obra de Orwell no es pura coincidencia. El aspecto económico también ayudó a que la película se desarrollase en Mirambel (la primera opción era rodar en la provincia de Huesca). El factor determinante fue que el casco histórico se mantenía prácticamente intacto.

Con una economía de guerra (nunca mejor dicho) Ken Loach movilizó a unos 250 extras (la mayoría habitantes de la zona) a los que hizo aprender y practicar instrucción militar unas semanas antes de comenzar el rodaje. "Tierra y libertad" nos cuenta el paso por la Guerra Civil española de David Carr, un joven comunista de Liverpool que llega al frente de Teruel lleno de ideales, a luchar contra el fascismo. Lo que va a encontrarse en él le marcará de por vida.

La dirección artística de Ken Loach transmite el idealismo del protagonista de "Tierra y libertad", si bien es cierto que a veces peca de demasiada ingenuidad en algunos aspectos. Sobre todo en lo que concierne al bando republicano, por ejemplo, no muestra las tropelías cometidas por los anarquistas. El enfoque sobre el enemigo (los franquistas, la iglesia) está lleno de tópicos, y además queda relegado a un segundo plano. Esto último se le puede perdonar, ya que la película se centra en esa guerra dentro de una guerra que se produjo entre, por un lado, los anarquistas de la CNT y el POUM (que defendían la idea de hacer la guerra y la revolución a la vez) y por otro, el PCE (quienes se marcaban como único objetivo ganar la guerra, dejando la revolución y la colectivización de los pueblos en un plano secundario). Los primeros fueron aplastados por la política del PCE auspiciada por la Unión Soviética (que todo hay que decirlo, era la que abastecía de armas a la República Española).

En un curioso paralelismo con los combatientes del POUM, que luchaban con escasos medios (incluso las armas que recibían del gobierno mejicano eran defectuosas), Ken Loach hubo de aguzar el ingenio para poder sacar adelante la película, y aunque en ocasiones logra grandes dosis de realismo, en otras se detectan lagunas, como algunas actuaciones no muy convincentes, e incluso algún micrófono de ambiente que aparece sin disimulo en algunas escenas de la misma.

Loach quiso llevar la improvisación de los actores hasta otro nivel, creando escenas en las que no les entregaba guion alguno, y rodó cronológicamente la película, así que ningún actor sabía cuánto iba a durar su personaje en la misma. Esta forma de trabajar originó alguna buena escena (la reunión del pueblo tomado por los anarquistas para organizar la colectivización), y en ocasiones le da un toque de documental a la misma. Se respiró un ambiente muy libertario y de camaradería entre los participantes de "Tierra y libertad", llegando incluso a una huelga para equiparar el catering que recibían los extras con el de los actores principales. Esta anécdota y muchas más aparecen en el muy recomendable libro escrito por Mario Ornat, "Bienvenido Mister Loach", donde se cuentan las vicisitudes del proyecto del director británico, desde su origen hasta su culminación. Es un gran complemento para después de haber visto "Tierra y libertad".

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Artículo incluido en la publicación Compromiso y Cultura
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