Por más que Robert Rodríguez sea una especie de "hermano pequeño" de Tarantino en lo cinematográfico, de aquel proyecto que hicieron a medias bajo el título de "Grindhouse" el segmento bueno era este, "Planet Terror", un divertido homenaje a aquellas películas de serie B de finales de los 70 y principios de los 80 con sus zombis nacidos de experimentos militares fallidos, sus héroes de acción con pasado oscuro, sus ensaladas de tiros, sus disparatadas escenas violentas, sus excesos sanguinolentos, sus giros de guión rebuscados y su humor involuntario (que aquí es voluntario pero refleja a la perfección el entrañable cutrerío de los filmes que toma como referencia). De postre el amigo Rodriguez nos regala a la heroína que ninguna de aquellas películas tuvo (ya nos hubiera gustado): una stripper maciza con una metralleta en lugar de pierna que no deja títere con cabeza, encarnada por una RoseMcGowan más divertida y sensual que nunca.
El apartado visual, voluntariamente tosco, es una gozada: hasta la textura granulosa de la imagen parece sacada de un film de entonces. Y el detalle del rollo de celuloide perdido es una divertida y sorprendente cabronada.

Una obra hecha por y para enamorados de la serie B. Ni más ni menos.