Uno de los atractivos de esta película es siempre ver a un solvente Joseph Gordon-Levitt con un más que logrado e impecable acento francés en su versión original. La película nos cuenta la proeza de Philippe Petit, aquel joven que tenía el sueño de cruzar sobre un cable la distancia entre Las Torres Gemelas de Nueva York y lo consiguió de manera ilegal, pero con tanta ilusión por cometer tal proeza que a día de hoy sigue considerándose el crimen artístico más valorado de los últimos tiempos.

La fotografía de la película junto con Joseph Gordon-Levitt son los dos aspectos a destacar, ya que esos planos en los que se ve como cruza de un edificio a otro son puro vértigo cinematográfico, logra crear esa sensación de locura a las alturas y esa pasión por las mismas que Phillipe tenía cuando estaba aferrado a cumplir tal desafío como así la han querido titular en España. El momento gaviota es genial.

Muy interesante.