Haz click aquí para copiar la URL
España España · GUADALAJARA
Voto de CALIGVM:
8
Acción. Intriga. Thriller Nick Conklin (Michael Douglas) y Charlie Vincent (Andy García) son dos policías de Nueva York a los que asignan la misión de escoltar a un peligroso asesino de la Yakuza desde Estados Unidos hasta Japón. Pero una vez llegan al aeropuerto de Osaka, el detenido se escapa. Intentando atraparlo, van a parar a los bajos fondos de la ciudad, donde se verán envueltos en una encarnizada guerra entre bandas rivales de la mafia japonesa. (FILMAFFINITY) [+]
16 de mayo de 2006
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es bastante recomendable debido a su contenido, que resulta muy interesante desde un punto de vista social y de mentalidades. La narración nos situa en un momento muy importante de la historia de Japón, traducido en la culminación de la evolución tecnológica e industrial que le ha convertido en el gigante asiático actual y en uno de los países más poderosos del mundo. Pero se trata de una evolución que siempre ha estado ligada al poder de la mafia japonesa personificada en la yakuza. Con sus pros y sus contras.

Con este escenario como telón de fondo Ridley Scott presenta a sus personajes, que son inmediatamente anteriores a los noventa pero que guardan toda la esencia de los ochenta en su forma de hacer las cosas. El mayor exponente de ello es el papel de Michael Douglas, un rudo policía neoyorquino con un modo de vida típicamente estadounidense (con todo lo que eso conlleva), pero que cambiará su forma de ver las cosas a medida que se van sucediendo los acontecimientos en Osaka. En mi opinión, la caracterización de este personaje es cojonuda (chulito, putero, con tendencia a la bebida, violento...), pues se ve claramente su dificultad para adaptarse a una cultura totalmente ajena a la suya (sobriedad, sencillez, tradiciones, modo de trabajar) al mismo tiempo que libra su propia lucha interna.

Aunque la película puede pecar de comercial, ilustra muy bien el choque entre ambas culturas, el modus operandi de la mafia japonesa así como determinadas circunstancias históricas que no debieron ocurrir y que llegan a condicionar el desarrollo de los acontecimientos actuales. Existe una buena dosis de acción con varias escenas muy buenas (hay que ver cómo controlan las motos los japos), a lo que se añade una enigmática mujer (K. Capshaw) que guarda ciertas similitudes con la forma de ver la vida que posee el personaje de Douglas y que nos aporta una visión ciertamente turbia y melancólica de los clubs de los bajos fondos japoneses.

Aprueba de sobra.
CALIGVM
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow