¿Para qué os voy a engañar? La película me gustó, pero el final me decepcionó -demasiado infantil en mi opinión-. Mis expectativas sobre esta película iban creciendo conforme iba viéndola: personajes inteligentes no tan planos, algunas lecciones que tenemos que aprender todos, entre otras maravillas que nos iba ofreciendo que casi la hicieron convertir en una gran obra maestra.
Para empezar, vemos a un antagonista al cual no le interesaba el hecho de ser como los demás, y que para ello, intentaba copiarse de los superhéroes fabricando, por ejemplo, artilugios. Por lo tanto, vemos a un aficionado inteligente que va cambiando su postura con respecto a los superhéroes por varios motivos lógicos. Todo ésto me pareció una gran idea y un punto esencial, puesto que hay películas en las que los villanos se hacen antagonistas sin ningún motivo en concreto (cosa que hace perder la lógica de algunas películas).
El problema es que en el final, no me esperaba esas actuaciones del propio villano, debido a que me esperaba mucho más inteligente. Los que hayan visto la película quizás me comprendan, aun así, expondré las razones abajo.

NOTA: 5.5/10