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España España · Aquí al lado
Voto de Cornapecha:
3
Aventuras. Acción Inglaterra, principios del siglo XIII. El 15 de junio de 1215 y, tras una dura negociación, el despótico rey Juan se vio obligado a aceptar ciertas peticiones de los señores feudales, cuyo objetivo era limitar el poder real. Así nació la Carta Magna. Sin embargo, tras reunir un fuerte ejército, Juan se negó a cumplir el acuerdo, provocando así una guerra civil: la Primera guerra de los Barones (1215-1217). El rey decidió eliminar a los ... [+]
31 de julio de 2011
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es tema ya resabido y resabiado el de la crisis, que ha llegado a nuestras vidas para ponerlo todo patas arriba y no dejar títere con cabeza. Y el mundo del cine no iba a ser una excepción. Ya he comentado por aquí otras películas de acción y espadas a las que los recortes de presupuesto han dejado en una debilidad terrible. Cada vez que uno ve uno de estos ejercicios de austeridad no puede dejar de pensar en aquellos blockbuster épicos que sacudían las butacas hace unos años.

Y de esa escasez de presupuesto es Templario la muestra más palpable y dolorosa. Decir que hay más dinero en media hora de un episodio de Juego de Tronos que en toda la película de Jonathan English es poco, lo cierto es que incluso en un episodio de Aguila Roja se han estirado más.

Con la coartada de la sordidez de la Edad Media se ha logrado la cuadratura del círculo, hacer una película de espadas, castillos y batallas con tres euros. El Rey Juan (interpretado por un Giamatti despistado y desubicado) pretende conquistar Inglaterra con un ejército que el mismo define como de "1000 hombres" y aún así rara vez se ven más de dos docenas de soldados.

Claro que tampoco podían ser más si para enfrentarlos sólo se reúnen menos de veinte valientes. No soy un experto en historia medieval, pero supongo que un castillo tan estratégico tendría algo más que ¡¡¡ once !!! soldados dentro...

Así, con un guionista que cobró menos que el portero de La que se avecina, un director que mueve la cámara a toda leche para que no se vea la cutrez, un Giamatti fuera de lugar y un Puferoy y un Cox especializados en espadas ad eternum se va hundiendo esta peliculilla de baratillo. En los tiempos en los que el cine era cine esta cutrez hubiese ido directamente a la edición en DVD. Ahora es un gran estreno. Que mala es la crisis, Dios Mio
Cornapecha
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