Me ha gustado mucho esta joyita de Szabó: muy sencilla, de poco presupuesto, casi una peli de cine experimental.
Toca muchos temas, suaves brochazos, sin particularizar, sin meterse con ninguna ideología concreta ni siquiera con la religión.
Sólo se mete con las enfermedades del alma humana: la maldad, la mentira, el prejuicio, el ansia de poder, el autoritarismo, el vampirismo social y político...
"Satán vive en la mentira", dice el cura en la homilía que provoca el desmayo de la profesora y maestra del coro de la escuela...
¡Qué mensaje tan actual, en un mundo como el actual, construido precisamente sobre la mentira y la maledicencia, que vive de ellas, que nos azota con ellas!
La fotografía, los encuadres y el montaje son muy buenos.
Las interpretaciones también. Brandauer transmite la inocencia y el optimismo del buen salvaje.
Una pequeña joya de sutilezas que aburre a quien sólo quiere ruido, persecuciones automovilísticas, superhéroes, muertes, gores o mundos y personajes inexistentes.