Creo que ya hay muchas críticas aceptables, así que únicamente me centraré en un aspecto básico que casi no se ha mencionado: el protagonista representa al joven casi "perfecto" (a falta de ser gracioso), el número uno en todo lo que hace, dotado de una extraordinaria inteligencia, sumamente atractivo para las chicas, gran deportista,etc. Pero siente su vida vacía, porque realmente él hace que lo esté. Y si además nos metemos en una sociedad como la Japonesa, mayor motivo para comprenderlo.

A quien se sienta identificado le gustará el personaje (pocos, al parecer), el resto lo odiará visceralmente. Muchos en esas circunstancias se darían a vicios, obligaciones o amores, pero Raito encuentra todo eso en la Death Note, en ser Kira, el Dios del Nuevo Mundo.

De ese resto, la mayoría, sin sentirse identificados, amarán a L, pero éste no es otro que, sobre todo en lo instrospectivo, otro Raito con un enfoque distinto, pero un enfoque que será visto como positivo, pues él encuentra sentido a la vida en su obligación, vicio y amor: ser L.

Y lo que mejor describe a ambos no es su juego de intelecto, sino su juego de cinismo y sinceridad.