¿Cómo con tan buen material se puede hacer tan poco? La película, con aspecto de telefilm barato, en el peor de los sentidos, emite uno de los peores discursos posibles sobre este atroz crimen pactado que conmocionó a todo el mundo. La historia de la estudiante que está haciendo una tesis sobre lo ocurrido no solo no aporta nada sino que entorpece los hechos. Un caso parecido al de Ed Gein, cuyo film no está a la altura de los acontecimientos. Parece que está hecho por hacer, si bien, lo único destacable es el intento por hacer un análisis psicológico de los protagonistas, rescatando hechos de sus infancias que supusieron traumas que condicionarían el resto de sus vidas. No transmite pavor, pánico ni aprensión, tres ingredientes que todo el mundo sintió al leer la noticia en los medios.