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España España · Pamplona
Voto de Meroe:
6
Thriller. Fantástico. Terror En 1921, después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), una escéptica mujer viaja hasta un internado para investigar una aparente posesión. Justo cuando cree que ha desacreditado la teoría del espíritu maligno, tendrá un espectral encuentro que desafiará todas sus creencias racionales. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2012
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hace mucho que hemos dejado atras "Luces rojas", un thriller de misterio cuya mejor y única baza residía en el grupo de actores liderados por la imponente Sigourney Weaver. En él la actriz encarnaba a una parapsicóloga que junto a su ayudante desacreditan supuestos fenómenos paranormales que resultaban ser pura palabrería. Pues bien. Lo que fue Sigourney Weaver para "Luces rojas" lo es ahora Rebecca Hall para "La maldición de Rookford" solo que esta vez nos trasladan a la Inglaterra de 1921, después de la Primera Guerra Mundial.

Florence es una mujer independiente, inteligente y escéptica que se dedica a descubrir charlatanes que dicen poder contactar con espíritus del más allá. Un día llega a su casa un profesor del internado Rookford que asegura que los alumnos estan aterrorizados por la presencia del fantasma de un niño, hasta el punto de la muerte de uno de ellos. Por lástima más que por interés, Florence va a Rookford a desmantelar el misterio.

La película, que bebe largos tragos de películas como "Los Otros" y la también reciente "La mujer de negro", tiene una prometedora escena inicial marcada por una sugerente y realista puesta en escena, que finalmente resulta ser lo más destacable de este film inglés. Una preciosa fotografía, una ambientación lograda y sombría y unas aceptables interpretaciones que decepcionan ligeramente tratándose de actores de renombre como Rebecca Hall, Dominic West e Imelda Staunton, probablemente más conocida por los jóvenes por encarnar a la maga Dolores Umbridge en la millonaria saga "Harry Potter". Sin embargo la película falla en su base principal. No genera dramatismo o inquietud. No existe intriga o tensión alguna en los 107 minutos de metraje, y los sustos se reducen a meros espasmos que no llegan al calificativo de "escalofrío". Estamos ante una película a priori de miedo, pero que ni asusta ni sorprende.

A la mitad de la película la inteligente Rebecca Hall ha resuelto el misterio y descubierto a los implicados. Ahora les toca el turno a los fantasmas. Pero en vez mejorar el ritmo dramático y materializarse el guión, la película, que siempre resultó superflua y aburrida, empieza a resbalar y dar soporíferos trastazos que no llevan a ninguna parte, reservando la muy manoseada "vuelta de tuerca" para los diez últimos minutos del film. Un giro de los acontecimientos que resulta ser total y absolutamente predecible tratándose del desgastadísimo género de las casas encantadas, a las que poco o nada aporta esta cinta.
Meroe
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