Parece mentira que Takashi Miike haya tenido que alejarse de su trabajo habitual para conseguir crear la que es posiblemente su mejor película. Una cinta muy friki, con una fotografía sobresaliente y una capacidad de entretener que supera todos los límites de su cine, bastante irregular en general contando con bodrios del calibre de Ichi the Killer o cosas curiosas como Imprint y la trilogía Dead or Alive.

Sukiyaki Western Django es un western japonés, uno que roza el límite del frikismo pero no lo sobrepasa y por eso, gracias a una buena medida de lo normal y lo extraño, funciona a las mil maravillas pese a tener algunos excesos. Miike se ha rodeado por Tarantino, con quien se le compara en Japón, haciendo este último un cameo muy divertido sin ser tampoco trascendental. Lo más curioso es que parece que no se ha quedado ahí, ya que encontramos muchos 'momentos Tarantino' en la cinta, como todo ese flashback sobre BB con los rótulos gigantes, escena claramente deudora de los tráilers falsos de Grindhouse.

Así, estamos ante un sentido homenaje al spagetti western que alcanzó su máximo nivel con Sergio Leone y su trilogía con Eastwood. Tenemos referencias también a otras películas, no sólo de este género, como podría ser Yojimbo o Los siete samuráis. Y una estética recargada similar a la ofrecida por el tailandés Wisit Sasanatieng en Tears of the Black Tiger y Citizen Dog. Todo al servicio de una historia muy divertida, unos personajes hilarantes y algunas secuencias que son realmente brutales. Miike en estado puro, pero esta vez limitándose como debe ser, ofreciendo una cinta con el entretenimiento y el cachondeo como máxima finalidad. Por suerte cumple a la perfección con dicho propósito, convirtiéndose en la que a mi juicio es la mejor película de Miike a la espera de ver "The Bird People in China".