Cleopatra es una de las películas más insólitas que haya existido: a pesar de ser un éxito en taquilla y de ser adorada por el público, fue un fracaso financiero y obtuvo críticas totalmente desfavorables por parte de los críticos de cine. 20th-Century-Fox gastó millones para la producción, debido a dicho enorme costo le tomó un año en recuperar el dinero invertido. De todas maneras, dicho gasto a la larga fue una gran inversión, ya que difícilmente podrá ser olvidada.

Joseph L. Mankiewicz luego de realizar su obra maestra llamada All about Eve, nos sorprende con una de las películas históricas mejores realizadas. Hablar de Cleopatra no solo es hablar de la belleza de su protagonista, es también hablar de la poesía de sus diálogos, de su perfecta fotografía, de su innumerable cantidad de extras, de lo entretenido y acertado de su guión y de los 243 minutos que dura la película (que inicialmente era seis horas).

Qué bello es el cine cuando aparte de entretenerte, cultiva tu mente. Luego de ver esta película tienes la autoridad para conversar sobre cultura romana y también de la egipcia: hablar sobre el Cesar, Cleopatra y Marco Antonio; hablar sobre las guerras internas por el poder: Cesar contra Pompeyo y Marco Antonio contra Octavio y reflexionar sobre la decadencia de dichos imperios tan poderosos. Es increíble ver que una mujer en años tan antiguos gobierne y haga lo que sea por conseguir sus propósitos. Es interesante ver que hasta los hombres más poderosos son seducidos y controlados por la belleza de una mujer, porque tan solo si Cleopatra no hubiera aparecido en la vida de Julio Cesar, nada de eso hubiera pasado y no podría decir que hasta ahora existiera dicho imperio, pero de todas maneras hubiera sido más duradero.

Con respecto al reparto, ¿qué les puedo decir? Elizabeth Taylor con aquella interpretación de Cleopatra se ganó un lugarcito en la historia del cine, pero qué belleza y sensualidad emanaba, sin desnudarse, solo mostrando su fino rostro y, por partes, aquel diminuto escote. Sería injusto no decir que actuó de puta madre, que de su boca solo salió versos de los poemas más bellos, que tuvo una química fenomenal con sus co-protagonistas. Rex Harrison (Julio Cesar) y Richard Burton (Marco Antonio) fueron el complemento perfecto para la bella protagonista, se lucieron de principio a fin.