La historia no me gusta. No me emociona. Y ella es la clave. Karen es un personaje frío, que no se adapta a ninguna de las situaciones que ocurren en la película. Quiere cambiar a Dennis, un ser solitario que en África se encuentra como pez en el agua. Por desgracia, Robert Reford solo nos aporta su físico, porque no creo que nos llegue a transmitir todo el misticismo que tenía ese personaje tan profundo. Meryl Streep, una actriz que no es de mi devoción, supongo que interpreta bien, pero en este caso no puedo ser objetivo. No me gustan ni ella ni el personaje, así que no opinaré. La reacción de Karen ante la muerte de Dennis es enormemente fría. Si así fue, ufff. Si no, pobre Miss Streep.

Teno la impresión que esta película, en las salas de cine españolas en el año 1985, abrió los ojos a mucha gente sobre la vida en Kenya, y los Masai. Recuerdo que, en el colegio, allá por el año 93, nos hablaron de los Masai y del Kilimanjaro. Han pasado 23 años, y jamás lo he olvidado. Gracias a quién fuera, ya sea la película o la decisión espontanea del profesor.